Los 314 días que España ha permanecido a la deriva, sin timonel y azotada por los fuertes vientos de la crisis y la corrupción han sido retratados por las principales firmas de la prensa nacional con una mezcla de escepticismo e incredulidad. Sin escatimar detalles, pero sin ofrecer grandes certezas sobre el rumbo que iba a adoptar el país, puesto que era imposible dada la veleidad de los grandes partidos. En medio de este paisaje de horizonte nebuloso, en el que la mayoría de los movimientos han conducido durante meses al punto inicial, el del desacuerdo, los periódicos han dedicado gran parte de sus portadas a contar todo lo relacionado con el desgobierno. En concreto, desde el pasado 21 de diciembre y hasta este viernes, El País ha llevado la política a primera página en 186 ocasiones, frente a las 182 de El Mundo.
Dentro de un país afectado por problemas estructurales como la crisis económica, la organización territorial o la falta de limpieza de quienes regentan sus Instituciones, la noticia de cabecera durante los últimos meses ha sido la relacionada con el bloqueo político. Durante estos 314 días, la prensa ha contado al detalle las dificultades de los partidos para alcanzar consensos, las propuestas, embustes y órdagos que han lanzado los candidatos durante las negociaciones; y los tres intentos de investidura que tuvieron lugar en marzo, septiembre y octubre. El último, presumiblemente, exitoso.
En este tiempo, los principales diarios de información general han prestado más atención (en sus portadas) a la marejada que ha afectado al PSOE y a Ciudadanos y a la partida de póquer que han jugado los representantes de los cuatro principales partidos que al paro, al adelgazamiento de la hucha de las pensiones, al incremento de la deuda o a las presiones de la Unión Europea para que España enderezara su rumbo.
En este largo periodo de incertidumbre, los asuntos políticos han encabezado 368 portadas de El Mundo (182) y El País (186), frente las 42 (22 El Mundo y 20 El País) que estos rotativos han dedicado a la economía, las 68 a la corrupción (44 y 24, respectivamente), las 33 al Cataluña (24 y 9) y las 81 a los asuntos internacionales (26 y 51).
Este interés por la por la política ha condenado a un segundo plano a asuntos como la crisis de Oriente Medio, la incertidumbre en el sector financiero internacional, la creciente fractura en el seno de la Unión Europea, la precampaña y la campaña en Estados Unidos, el ruido de la izquierda abertzale, las tensiones entre Rusia y Estados Unidos o determinados escándalos, como el de los Papeles de Panamá. En estos casos, el espacio que dedicaron El Mundo y El País en sus portadas fue escueto.
No ocurrió lo mismo con el ‘Brexit’, la operación Taula, el juicio de Noos, el problema de los refugiados sirios, el jaque a Dilma Rousseff, los atentados islamistas en Europa, la aparentemente tormentosa sucesión de Artur Mas o el escándalo desatado tras la elección de José Manuel Soria como representante español en el Banco Mundial, puesto que todos estos temas fueron destacados en las portadas de estos periódicos.
Partidos, candidatos...y Susana Díaz
Mientras España vivió dentro de este paréntesis político que se cerrará este sábado, las siglas del PP aparecieron en 48 ocasiones en el principal titular de la primera página de El Mundo (42 en El País), frente a las 44 que lo hicieron las del PSOE (60), las 32 de Podemos (38) y las 22 de Ciudadanos (17).
El nombre de Mariano Rajoy figuró 63 veces en el título de apertura del diario de Unidad Editorial (58), por las 60 que lo hizo el de Pedro Sánchez (52), las 17 de Pablo Iglesias (9) y las 15 de Albert Rivera (16). Curiosamente, El País ha protegido durante este tiempo el nombre de Susana Díaz, considerada como uno de los principales pesos pesados del sector crítico con Sánchez y situada al frente de la mayoría de las quinielas en la carrera por su sucesión. Entre el 21 de diciembre y el 28 de octubre, sólo ha aparecido 2 veces en el principal titular, frente a las 9 que lo ha hecho en El Mundo.
Lo que no ha conseguido esta alta dosis de política es frenar la sangría de lectores que afecta a estos periódicos. En este tiempo, la difusión de El País ha descendido en 31.494 ejemplares diarios, mientras que la de El Mundo lo ha hecho en 11.546. Por su parte, ABC ha perdido 15.590, mientras que La Razón ha ganado 21.148.
Para la prensa que ha retratado este cambio político se plantean varias cuestiones a partir de ahora, y no sólo las relacionadas con la calidad de la convivencia que mantendrán los partidos de la 'vieja' y la 'nueva' política, sino también las que tienen que ver con su propia cuenta de resultados.
Desde el pasado diciembre, la difusión de 'El País' ha caído en 31.494 ejemplares diarios, mientras que la de 'El Mundo', en 11.546.
En los próximos tiempos, sus editores comprobarán si se respeta o se altera el actual status quo en el reparto de la publicidad institucional entre los medios de comunicación (Ciudadanos y Podemos han propuesto medidas para cambiar el actual sistema de reparto) o si sus ventas en bloque se verán afectadas como consecuencia del posible cambio de rumbo que adoptarán determinadas Instituciones.
Sea como fuere, sus portadas resultan mucho menos intimidatorias y relevantes que hace unos años, cuando sus tiradas eran más de dos veces mayores y la prensa digital no tenía su actual capacidad de influencia. De ahí que sus titulares sean cada vez menos capaces de condicionar la agenda política y económica española.
La crisis institucional iniciada en España el pasado diciembre terminará hoy (aparentemente) con la investidura de Mariano Rajoy. Ahora bien, los periódicos que la han contado seguirán viviendo su particular viacrucis. Su grave enfermedad degenerativa.