Las elecciones de este domingo 12 de mayo en Cataluña se antojan claves para el devenir político y social de la región. Esta afirmación, al margen de ser un mantra repetido hasta la saciedad, se cumple de lleno en el caso catalán. La autonomía acumula legislaturas marcadas por la inestabilidad y el ruido, lejos de las tres mayorías absolutas que sacó CiU con Jordi Pujol a la cabeza en 1984, 1988 y 1992, por citar hazañas políticas que ahora son impensables.
Un camino, el de la crispación y la exaltación, que alcanzó cotas inimaginables desde 2012, fecha de inicio del arreón independentista en el seno de Cataluña. Para dicha misión fue indispensable la labor de TV3, televisión al servicio de la causa nacionalista desde hace más de una década.
Con el objetivo de conocer mejor la deriva que arrastra la cadena catalana, Vozpópuli ha charlado con Rosa Cullell (Barcelona, 1958), exdirectora general de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) entre los años 2008 y 2010, quien nos atiende a pocos días de los comicios que paralizarán Cataluña para arrojar luz al viraje y la intoxicación del entorno independentista en el seno de TV3.
"Desde que empezó el proceso de independencia que culminó con el referéndum ilegal de 2017, aumentó muchísimo la intervención política dentro de TV3. Se convirtió en el altavoz del Gobierno de turno. Anteriormente, estaba más o menos ligado a los diferentes ejecutivos de la Generalitat, pero no de esta forma", comienza señalando Cullell.
Si hay que marcar un momento en la cronología de la política catalana en la que comenzó esta perversión mediática, Cullell señala la victoria electoral de Artur Mas como punto crítico. "Sí, un poco después, quizá. En ese momento, el Tribunal Constitucional había anulado una serie de artículos del estatut que se había aprobado, y, posteriormente, durante el gobierno de Mas, se volvió a cambiar la ley de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA)".
"Unos años antes, habían intentado separar la televisión del Gobierno. Desde que Jordi Pujol la fundó, siempre había dependido de presidencia. Al director general lo ponía el Gobierno. Entonces, durante los tripartitos, se hizo una ley para que la figura del máximo mandatario de TV3 saliera a concurso, y que se votara. Yo llegué a ser presidenta con esta ley, con el voto al completo del Consejo de gobierno, desde CiU al PP", explica la exdirectora.
"Esta ley fue muy complicada, se consiguió la despolitización de la corporación, pero se había partirizado, por lo que gestionar se antojaba difícil, pues no tenías el mando total. Más tarde, se volvió a cambiar la ley, y ni concursos ni nada. Se pone de presidente a quien decida el Gobierno de turno. Y en esas estamos aún, si bien es cierto que en los últimos tres o cuatro años se ha suavizado bastante por la debilidad del 'procés'".
¿Ha perjudicado este cambio tan radical hacia el servilismo a TV3 en términos de audiencia e influencia? Esa es la gran pregunta que hay que plantear a las puertas de estos comicios. "En el punto álgido del 'procés', cuando mandaba una coalición de ERC y Junts (antes CiU), y antes del referéndum ilegal, allí se quedó solo de espectador aquel que entendía que la independencia era la mejor vía para Cataluña", rubrica Cullell.
El independentismo intoxica TV3
"En ese momento, TV3 encabezaba todas las manifestaciones. Todos los constitucionalistas, bien de izquierdas o de derechas, dejaron de ver la cadena. Muchos hemos dejado de ver TV3. Desde 2012, la intoxicación en el ente se ha incrementado de forma exponencial. No recuerdo esta presión en mi época, nosotros teníamos un consejo elegido por los partidos que tenían representación en el Parlament".
"En aquel momento, a mí no me escogió una formación en concreto, pues ya avisé que si no me votaba todo el mundo no sería presidenta. A pesar de eso, todos los partidos catalanes han tenido a TV3 como una cadena clave. Eso no quita que fue fundada por Jordi Pujol, que era quien ponía y quitaba a presidentes y consejeros. Eran otras épocas, no tan polarizadas como la actual. El 'procés' creó un hoyo que no dejó entrar la opinión de la parte constitucionalista en TV3", lamenta Cullell.
¿Qué ha perdido TV3 con esta apuesta tan descarada por la ideología independentista? En palabras de Rosa Cullell, aparte de una fuga considerable de la audiencia, lo que ha perdido "por completo es el prestigio". Mucha gente considera que "está al servicio de ciertos partidos políticos, y eso, para cualquier cadena, es terrible", finaliza Cullell.
TV3 atraviesa uno de los momentos más inciertos de su historia reciente. No solo ha sido señalada como la televisión de los independentistas, sino que además acumula pérdidas millonarias. Hace unos meses, Vozpópuli informó de que la CCMA, entidad que ampara TV3, ha reconocido un agujero negro por valor de 714 millones de euros.
De ese montante, la mayoría de las pérdidas pertenecen al ente público original, 690 millones, mientras que 27 millones a la propia CCMA. Por último, 581.814 euros son de la sociedad TVC Multimedia S.L. Veremos qué sucede el domingo en las elecciones, pero no tiene pinta de que a corto plazo, sean cuales sean las siglas del nuevo Gobierno, se vaya a extinguir el aura independentista de TV3.
Ojeador
Cada día odio más el apelativo "constitucionalista" con el que nos castigan a diario ustedes -los supuestos informadores independientes- haga o no haga falta. Yo me tengo por un patriota, y me cisco en esta Constitución para memos abducidos chupiguays de la cosa esa del 2030. En consecuencia: sintiéndome español hasta la médula y ciscándome en esta Constitución para memos, ¿Cómo me calificaría usted? (facha no vale, porque ni soy fascista ni cercano a ... sólo soy pensador autónomo)
Vandeana67
Y yo! Sr. Algorri, la Sra. Olona no es una "Pobre mujer" porque su inmensa valía lo hace incompatible. Ahórrese la falsa piedad...
hulk1965
Yo dejé de verla desde 2012 y no la tengo ni sintonizada (tampoco La Secta, Telahinco, Cuatro. La 1 y alguna q me dejo...)
Talleyrand
CCMA con tv3 de buque insignia se ha ganado el podio (con TVE) de entes con gastos inasumibles y objeto de manipulación política. Pura corrupcion. Lo mas honesto y limpio sería sacarla a la.venta y dejarla en manos privadas. No con mi dinero
EDDDO
ella también dice que el idioma español se denomina "castellano" por ser lo legal desde 1978. No quiere saber si hay otros argumentos de expertos sobre el tema, la vale que en Catabrixt, durante su mandato en esa corporación al idioma español se le denominará "castellano". Una forma legal de decir que el idioma español no existe en Cataluña ni en España, ella lo argumenta que esta redactado en la constitución de 1978.
estaopaesunaestafa
sin contar que los 2.16 que pagan son brutos con la consiguiente retención del 19%...
EDDDO
Lastima, el entrevistador no le pregunta como consiguió el cargo, no recuerdo quien fue el "honorable" que la nombró. El primero que nombre Pujol jefe de TV3 recién creada fue un periodista, tenía "fama" de dar caña a Pujol y le dio el puesto para que callará, dejo de referirme a ese que después de ser un manipulador, acosador, y asesino se mato el mismo con la misma escopeta. Aquí esta Miquel Giménez que en esos años de 2008 2010 fue indepe, preguntaba "donde estaba el botón para bajarse de España". Alababa a Pujol y Mas en els matins y canal catalá, les daba la razón, decía "hace 300 años que aguantamos". Cullell no es de fiar en mi opinión, es tan nacionalista catalana que no me extrañaría que haya estado a favor del referéndum de Francesc de Carreras. Es tan feminista que pidió por escrito el año pasado que acudiéramos a las manis promovidas del feminismo. Olvidando que es periodista, que en Italia a Juana Rivas no la ha creído la policía, forenses judiciales, fiscales, jueces que la ha quitaron la custodia de los menores secuestrados en España con la protección de periodistas como ella. No sabemos como esa Juana ha podido costearse tanto gasto que ha tenido de 2016 a 2021, juicios en España e Italia, apelaciones, abogados y procuradores, viajes, hoteles. No sabemos por periodistas como SE LO HA COSTEADO Juana, solo cobra la pensión no contributiva en España.