El periodista Fernando Garea ha sido destituido este martes como director de El Periódico de España tan sólo tres meses después de su nombramiento y de la puesta en marcha del diario. Editorial Prensa Ibérica ha tomado esta decisión debido al descontento con el producto informativo, tal y como han explicado fuentes internas.
Su sustituta será Gemma Robles, quien ejercía de delegada de El Periódico de Cataluña en Madrid y de directora adjunta del diario barcelonés. Según explica Prensa Ibérica en un comunicado, Robles ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en esta cabecera, a la que se incorporó en 2007, cuando todavía pertenecía a la familia Asensio.
El cese de Garea ha cogido con el pie cambiado a los periodistas de la cabecera, que no esperaban esta decisión empresarial. De hecho, la jornada del martes había discurrido con total normalidad hasta que la empresa ha comunicado la decisión al afectado. La directora asumirá oficialmente su puesto mañana, miércoles. La empresa ha convocado a la plantilla del periódico a las 10.00 horas en su redacción y ha pedido a los empleados que den una buena acogida a Robles.
Garea ha señalado en Twitter que el editor del diario le ha comunicado su despido este martes. El periodista asegura que la empresa le ha comunicado que el resultado "no se ajusta al encargo que le fue encomendado". En la misma publicación Garea ha señalado que se han cumplido los objetivos de tráfico y hace referencia a su anterior despido.
El cese de EFE
Hay que recordar que a este periodista le sucedió algo similar en febrero de 2020, cuando el Gobierno le cesó como presidente de la Agencia EFE, tan sólo un año y medio después de su nombramiento. En ese caso, la destitución le fue comunicada por Miguel Ángel Oliver -exsecretario de Estado de Comunicación- un sábado por la tarde, en un restaurante de la capital madrileña.
La decisión se justificó, entre otras cosas, en la poca sensibilidad que había demostrado la agencia pública con los intereses del Ejecutivo, según se consideraba en Moncloa.
En el caso de El Periódico de España, la empresa ha trasladado a Garea que el producto que ha dirigido durante los últimos tres meses no se adaptaba a los deseos de su editora, capitaneada por Javier Moll.
El veterano presidente de Editorial Prensa Ibérica proyectó el lanzamiento de un diario en Madrid cuando no habían transcurrido dos años de la adquisición del Grupo Zeta, con el que obtuvo una presencia significativa en Barcelona.
La cabecera incorporó a alrededor de una veintena de periodistas de otros medios de comunicación, estableció su sede en la calle de Pedro Muñoz Seca y puso en marcha una edición digital y otra en papel. Esta última, distribuida dentro de la capital.
Fue el 11 de octubre cuando Javier Moll presentó el proyecto en una fiesta multitudinaria en el Hotel Riu de Plaza de España a la que acudieron "ministros, presidentes autonómicos, cargos institucionales y directivos de algunas de las empresas más destacadas del país", tal y como detallaron desde el propio grupo.
En su discurso, explicó que EPE -acrónimo del nombre del diario- sería un proyecto vertebrador y comprometido con el buen periodismo; y expresó su confianza en el nuevo director.
Tres meses después, ante la sorpresa de todos los empleados, ha sido destituido.