El concurso para elegir al presidente de Radiotelevisión Española se ha convertido en una gran bola de problemas que se hace más grande a medida que avanza. El procedimiento ha estado condicionado desde su convocatoria por diferentes condicionantes jurídicos que derivan de su reglamento, cuya elaboración estuvo condicionada por las desconfianzas mutuas entre los grupos parlamentarios. El pasado diciembre, fue publicada la lista de las 20 personas que optarán a una de las diez sillas del Consejo de Administración de la corporación. Sin embargo, la treintena de recursos presentados a esta resolución ha paralizado el procedimiento.
Hace unas horas, se reunían los portavoces de la Comisión Mixta Interparlamentaria para RTVE para debatir sobre las vías que se pueden emprender para resolver este embrollo. En el citado encuentro, se les comunicó que los letrados del Congreso habían elaborado un informe sobre los recursos presentados, con el que, supuestamente, los portavoces de los grupos políticos podrán despejar el camino y reanudar el concurso.
Sin embargo, la tarea será compleja, pues existen alegatos "muy bien armados" que señalan las varias anomalías que han acompañado al procedimiento. Por esta razón, la Comisión se tomará un tiempo "indefinido" para tratar de desenredar la madeja, han explicado a Vozpópuli fuentes presentes en la reunión.
Acusación de prevaricación
En la treintena de recursos -varios, elaborados por candidatos que pasaron el corte- se critica la puntuación inadecuada que han recibido los concursantes. También se denuncia el sesgo del Comité de Expertos que evaluó sus candidaturas -y las descalificaciones que dedicó a algunos de los proyectos que presentaron los aspirantes- y se pone el foco sobre las irregularidades que han salpicado el proceso.
Entre ellas, que los criterios de puntuación se publicaran después de que terminara el plazo para presentar los credenciales. La acusación más grave, quizá, es la que hizo Alfonso Díez en su recurso, en la que acusó a los miembros del Comité de Sabios de "prevaricar" a la hora de evaluar a los 'presidenciables', como detalló este periódico.
Esta concatenación de hechos y errores ha conducido al punto actual, en el que el concurso público de RTVE se encuentra dentro de un laberinto del que los partidos no lo pueden sacar. Por incapacidad o por puro tacticismo. Algunos de los aspirantes que han recurrido su resolución apuntan a que, en caso de que los letrados del Congreso no accedan a sus peticiones, llevarán este asunto a los tribunales, al considerar intolerable el sesgo del procedimiento.
Una casa sin Consejo
Mientras tanto, Rosa María Mateo se mantiene al frente de la corporación y gestiona un presupuesto de casi 1.000 millones de euros sin tener que dar cuentas ante un Consejo de Administración, que se disolvió en junio y que todavía no se ha restablecido. Y la impresión que transmiten los partidos es que la solución no llegará pronto. Básicamente, porque ni Moncloa tiene un especial interés en arriesgarse a designar un presidente hostil, después de situar a Mateo tras aprobar un Real Decreto; ni los partidos conservadores quieren que se nombre a un presidente para los próximos seis años, a sabiendas de que PSOE, Podemos y los partidos nacionalistas podrían imponer a alguien de centro-izquierda.
Las últimas semanas han sido especialmente duras para la administradora única provisional de RTVE, puesto que ha recibido múltiples críticas dentro -algunos sindicatos han pedido su dimisión- como fuera. La última, en este sentido, la ha recibido desde las filas del Partido Popular, donde han expresado su indignación por la pieza que dedicó el telediario del miércoles a las 21.00 a la ministra de Economía, Nadia Calviño.
La audiencia tampoco acompaña a La 1, que se mantiene alejada de sus dos principales competidores privados, Telecinco y Antena 3
“Lo de anoche fue uno de los últimos estertores de un Gobierno al que le vale todo para no reconocer su fracaso, y al que tampoco le tiembla el pulso a la hora de utilizar los medios públicos”, afirmaba este miércoles el diputado del Grupo Popular, Ramón Moreno Bustos.
La audiencia tampoco acompaña a La 1, que se mantiene alejada de sus dos principales competidores privados, Telecinco y Antena 3, y cuyos informativos no han recibido el respaldo de los espectadores. Para más inri, el rechazo a los Presupuestos Generales del Estado por parte del Congreso dejarán a la corporación sin la aportación adicional que estaba prevista para 2019, que incrementaba su capacidad de gasto el 9,5%.
La situación no es positiva y, entre los portavoces de la Comisión Mixta de RTVE, existe el temor de que la corporación quede descabezada si Rosa María Mateo oficializa una dimisión con la que -dicen fuentes de RTVE- ha amenazado en alguna ocasión.