El presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, continúa con su política de recortes. Ahora toca el turno al área de negocio editorial. Hasta 112 empleados serán despedidos. Y habrá un expediente de regulación de empleo (ERE), el enésimo en el grupo desde que se inició la crisis. Más despidos en el grupo mediático cuando todavía no se han resuelto los problemas judiciales por otros ERE precedentes. Precisamente este martes se celebra un juicio por los despidos en El País. La dirección de la compañía planteó en la Audiencia Nacional un conflicto colectivo para evitar que prosperen las demandas individuales interpuestas por varios despedidos.
El último tijeretazo de Cebrián y el resto de dirigentes de Prisa tiene lugar en la hasta ahora intocable Santillana. En total, saldrán del conglomerado mediático 47 trabajadores del Grupo Santillana, 25 de Santillana Educación y 40 de Ítaca. Primero saldrán quienes se acojan a un plan de bajas voluntarias. Y después se ejecutará un ERE hasta llegar a la cifra mencionada de 112 despidos. Los sindicatos y la empresa han llegado a un acuerdo. Según Comisiones Obreras, hasta 72 trabajadores podrán acogerse al plan de bajas, con una indemnización de 38 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades.
El conglomerado mediático continúa con su política de recortes y continuas desinversiones; todo ello para hacer frente a la astronómica deuda de 3.200 millones
En la última junta de accionistas de Prisa, el presidente de la compañía hizo referencia a que "hemos llevado a cabo en los dos últimos años importantes y dolorosas reestructuraciones de personal, y una política de reducción de costes muy eficaz". Esa política de "reestructuraciones de personal" continúa en todas las líneas de negocio, en paralelo a las continuas desinversiones del holding de medios. Todo ello para combatir la astronómica deuda de 3.200 millones de euros que arrastra el grupo editor.
Otros ERE
A principios de marzo, Cebrián planteó hasta 300 despidos en la Cadena Ser, aunque finalmente los empleados aceptaron bajarse el sueldo para que no hubiera despidos. Además, solo unas semanas antes Prisa cerró un expediente de regulación de empleo en Asip (Agrupación de Servicios de Internet y Prensa). Hasta 91 empleados perdieron su puesto de trabajo (56 despidos y 36 prejubilaciones). En un principio, la compañía pretendía acometer 98 despidos. Tras arduas negociaciones se llegó a un acuerdo que terminó siendo igualmente doloroso para los empleados, con solo siete despidos menos.
En todos sus ERE, el grupo mediático indemnizó a los empleados con 20 días y 12 mensualidades, lo que suponía violar los acuerdos alcanzados con los sindicatos
Los tijeretazos en Prisa están en los tribunales. Tres tribunales distintos han asestado tres sonoros varapalos judiciales al grupo en los últimos meses. Como ya ha informado Vozpópuli, todos los jueces justifican sus decisiones con la misma argumentación: los despidos en los diferentes ERE de Prisa fueron procedentes, pero las indemnizaciones fueron irregulares. Y es que la empresa no respetó los acuerdos suscritos con los sindicatos en mayo y junio de 2011. Dichos acuerdos estipulaban que en caso de haber despidos, los trabajadores salientes cobrarían 45 días por año trabajado y con un límite máximo de 42 mensualidades. Prisa acometió sus despidos con indemnizaciones a razón de 20 días y 12 mensualidades.
Mecanismo frente a las derrotas
Debido a esta argumentación jurídica, Prisa está cosechando diversas derrotas judiciales frente a sus despedidos. Para evitar que eso continúe, la empresa planteó recientemente ante la Audiencia Nacional un conflicto colectivo por el polémco ERE en El País. En primer lugar, el grupo llevó el asunto ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). Ante dicho organismo, el comité de empresa de El País quiso dejar constancia de la imposibilidad de mediación "por cuanto no existe materia de conflicto colectivo en la solicitud presentada por la empresa".
Los trabajadores de 'El País' acusan a Prisa de "intentar disfrazar como conflicto colectivo" ante la Audiencia Nacional un asunto ya dilucidado en otros tribunales
Los empleados denunciaron entonces que "la empresa está intentando disfrazar como conflicto colectivo una materia que se está dilucidando tanto en el Tribunal Supremo como en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid". Y recordardon que ambas instancias, contrariamente a lo defendido por la empresa, "han determinado tanto la vigencia con valor de Convenio Colectivo de los acuerdos suscritos por Prisa y Comisiones Obreras y UGT en 2011 (sentencia del Tribunal Supremo) como la aplicación de las indemnizaciones recogidas en dicho acuerdo para los despedidos en el ERE de Ediciones EL PAÍS (sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid)".
Continúa la batalla entre la empresa y sus empleados. Y hoy en la Audiencia Nacional unos y otros se verán las caras. Los jueces decidirán.