El Consejo de Administración de Prisa votará el próximo viernes la sustitución de Juan Luis Cebrián por Javier Monzón como comandante en jefe. Después de varios meses de guerra entre los ‘socios rebeldes’ y la Dirección del grupo, los accionistas institucionales (Caixabank, Santander y Telefónica) han decidido dar un paso al frente y apoyar el cambio en el trono de la compañía. En el momento en que la editora de El País decida restringir el contrato de Cebrián, deberá abonarle una indemnización de 6 millones de euros.
Según consta en la documentación que puso la compañía a disposición de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el contrato que el presidente de Prisa firmó en 2014 incluía el establecimiento de una prima por jubilación de 6 millones que el grupo ha consignado desde entonces a razón de 1,2 millones anuales.
“El complemento de jubilación se entregará al Sr. Cebrián a la finalización de su contrato y será consolidable, incluso en el caso de una extinción anticipada del mismo, en cualquier caso”, precisa la compañía, que añade que este bonus no será compatible con el cobro de ninguna otra indemnización.
El contrato de Cebrián incluye dos fechas clave: la primera, el 31 de diciembre de 2018, cuando estaba previsto que perdiera su poder ejecutivo. La segunda, el último día de 2020, cuando debía abandonar Prisa.
La intención de los ‘accionistas rebeldes’ siempre ha pasado por apartarle de la toma de decisiones y situarle como presidente honorífico de El País (“como una reina madre”, según sus palabras). Ahora bien, entre las cosas que tendrá que decidir el Consejo de Administración el próximo viernes es la relativa a si eso conllevará la extinción de su contrato y/o el establecimiento de unas nuevas condiciones.
Durante el ejercicio 2017, el exdirector de El País cuenta con una retribución fija de 1 millón de euros, a la que hay que añadir una retribución variable a corto plazo que puede ascender al 40% de esa cantidad y otra variable a largo plazo del 20%.
El contrato de Cebrián incluye una cláusula que obliga a la compañía a sufragar hasta 50.000 euros de gastos de alquiler de una vivienda, dentro de la Comunidad de Madrid.
Su “incentivo plurianual variable (2016-2018)” incluye el pago de “un bruto, en especie y no consolidable” de un máximo de 100.000 acciones, a un precio de 15 euros la unidad. Cabe recordar que su cotización en el mercado es actualmente de 3,55 euros. Además de estos conceptos, el contrato de Cebrián incluye una cláusula que obliga a la compañía a sufragar hasta 50.000 euros de gastos de alquiler de una vivienda, dentro de la Comunidad de Madrid.
Los elevados emolumentos de Juan Luis Cebrián por su labor al frente de la compañía de los Polanco han sido objeto de polémica durante los últimos años, en especial en 2011, cuando percibió 8,2 millones de euros pese a que Prisa registró unas pérdidas de 451 millones y estaba amenazada por una deuda de 3.500 millones.
Cabe recordar que el pasado septiembre se oficializó la salida del exconsejero delegado del grupo, José Luis Sainz. Eso obligó a Prisa a pagarle una indemnización equivalente a 15 meses de retribución fija y variable anual. El sueldo que percibía este ejecutivo ascendía a 750.000 euros.
La situación en la que ambos dejarán la compañía no es buena. La venta de su filial portuguesa Media Capital -el pasado julio- generó un efecto contable en el grupo que le situó en causa de disolución. A esto hay que sumar que su solvencia está más que en entredicho. Su deuda asciende a alrededor de 1.550 millones de euros, de los que tendrá que pagar 956,5 antes del último día de 2018.
El plan de los 'rebeldes' es realizar una ampliación de capital -a la que acudirán Telefónica, Caixabank y Santander- para solucionar este problema. Será la primera piedra de la nueva Prisa. De la Prisa post-Cebrián.