Hubo un tiempo en el que José Ramón de la Morena fue el líder destacado de las noches radiofónicas. No fue flor de un día ni el logro estuvo exento de batallas, pues su conflicto con José María García se encuentra entre los más sonados de la historia reciente de la radio española. La 'pelea' dio sus frutos y El Larguero se convirtió en la gran referencia a esa hora del día.
Desde luego, ha llovido mucho desde entonces, pues su programa en Onda Cero, El Transistor, se encuentra muy lejos de la primera posición de su franja y su audiencia, lejos de mejorar, ha mermado considerablemente en el último año.
De la Morena fichó por la cadena de radio de Atresmedia en 2016 y su contrato -de más de 3 millones de euros anuales, según El Confidencial- finalizará el próximo año, tal y como inciden fuentes internas.
Su aterrizaje se produjo en un momento complejo para Onda Cero, pocos meses después de que Carlos Herrera dejara su micrófono por el de COPE y tras una caída de audiencia de más de medio millón de oyentes. En la casa, se concluyó entonces que hacía falta la incorporación de un 'peso pesado' a la parrilla de programación y se optó por De la Morena.
Pocos oyentes
El resultado no ha sido bueno. Más bien, todo lo contrario. Es cierto que heredó una audiencia de 191.000 seguidores, lo que convertía el asalto al liderato de su franja radiofónico en una misión casi imposible. Sin embargo, De la Morena no ha logrado situar la audiencia de Onda Cero en el nivel que se esperaba de un locutor de su caché. En la última oleada del Estudio General de Medios (EGM), publicada el pasado lunes, fue de 239.000 oyentes.
Su programa se ha quedado en tierra de nadie, en tercera posición, muy lejos de los dos rivales que batallan por la hegemonía de la radio nocturna: Manu Carreño (El Larguero, Cadena SER) y Juanma Castaño (El Partidazo, COPE). El primero registra actualmente 773.000 seguidores y el segundo, 750.000.
Lo más preocupante es que De la Morena mantiene una tendencia a la baja y no ha ofrecido signos de recuperación en las últimas encuestas del Estudio General de Medios. Hace un año, contaba con 313.000 oyentes; el pasado junio, con 284.000; a finales de 2019, con 256.000; y en la primera oleada de marzo, con 239.000. La caída en los últimos 12 meses ha sido del 23,6%.
Es cierto que la diversidad de ofertas de ocio y el auge de programas deportivos nocturnos, en televisión, ha mermado la influencia de esta franja radiofónica; sin embargo, también lo es que De la Morena está muy lejos de los resultados que obtuvo en su última etapa en El Larguero y aún más de sus mejores años.
La gran pregunta que se plantea es si, cuando venza su contrato, Onda Cero lo renovará o si explorará otras opciones para llenar ese hueco en la parrilla y poder acercarse a sus dos principales competidores de la radio comercial.