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Cebrián esquilma las delegaciones de la SER: mantiene los despidos y recortes

En lo que va de año, han salido de la cadena de Prisa alrededor de 30 trabajadores entre bajas y despidos. Todo, a pesar de que ha registrado beneficios durante el primer semestre. En las emisoras locales, cunde el malestar por el maltrato que -consideran- les procura la empresa.

 

  • El presidente ejecutivo del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián

El goteo de despidos en la Cadena SER no cesa. Las cuentas de la empresa han experimentado durante los primeros meses de 2015 una notable mejoría, pero eso no ha servido para que sus máximos responsables pongan fin a los ajustes de plantilla, que han sido constantes durante los últimos años y especialmente hirientes en algunos casos, como en el que provocó el pasado febrero la salida de varias periodistas veteranas de la delegación central de la cadena. Las emisoras locales han sido las más afectadas en este proceso y sus trabajadores critican con dureza la política que ha seguido Juan Luis Cebrián desde que Prisa refinanciara su deuda a finales de 2013, que ha consistido en forzar la baja de muchos trabajadores y en atacar la programación local.

En lo que va de año, los despidos han perjudicado a varios centros de trabajo de la radio de Prisa. En total, se han producido 30 bajas en Albacete, Cádiz, Guadalajara, Málaga, Madrid, Murcia, San Sebastián, Sevilla, Toledo y Vitoria. La nueva dirección, encabezada por el exdirector adjunto de El País, Vicente Jiménez, ha asegurado a los trabajadores que no baraja ninguna medida de ajuste laboral extraordinaria. Pero en la plantilla desconfían de esta declaración de intenciones, toda vez que cuando el nuevo responsable de la SER accedió a su cargo aseguró que no habría más despidos y no los ha frenado.

El último hecho que ha encendido los ánimos en sus emisoras es el anuncio de la empresa de programar a partir de octubre el espacio Nadie sabe nada (de Andreu Buenafuente y Berto Romero) en un horario que habitualmente se dedica a la programación local: los sábados de 13.00 a 14.00 horas. Fuentes de la cadena temen que este programa de humor perjudique a las delegaciones provinciales, para las que prescindir de cualquier minuto de sus desconexiones perjudica sus cuentas y dificulta su rentabilidad, “como es lógico”, precisan.

En lo que va de año, Prisa ha forzado la salida de 30 trabajadores de la Cadena SER

El mejor rumbo de la Cadena SER

Fuentes de la redacción central de la Cadena SER confiesan su profundo descontento con la actitud “torticera” de la empresa en materia laboral. Recuerdan que hace unos meses tuvieron que bajarse el sueldo y renunciar a algunos complementos de sus nóminas para que Cebrián no ejecutara un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se sacó de la manga sin previo aviso y que contemplaba ajustes para 300 empleados.

La excusa que esgrimió para justificar esta medida fue que los ingresos de la empresa habían descendido considerablemente como consecuencia de la escasez de anunciantes. El problema es que desde la segunda mitad de 2014 los medios de comunicación han aumentado ostensiblemente su facturación publicitaria y eso, como es obvio, también ha beneficiado a la Cadena SER. “¿Cuál es la excusa para justificar los despidos ahora que la radio ya no está en números rojos?”, se preguntan estos informantes.

En concreto, en el primer semestre de 2015 la división de radio del Grupo Prisa en España registró un incremento medio del 8,9 % en su partida de venta de publicidad, lo que ha hecho que sus ingresos aumenten el 4,3 % hasta los 161,1 millones de euros. El resultado de explotación ajustado de este departamento (que también incluye Cadena Dial; 40 Principales, M80 y Máxima FM) mejoró en este periodo en un +60,8% con respecto a los primeros seis meses de 2014, hasta alcanzar los 12,1 millones de euros.

A la vista de estos números, en la redacción central de la empresa no entienden cómo no se ponen fin a los despidos y bajas de una plantilla que ha tenido que apretarse el cinturón durante la crisis, especialmente en las emisoras locales. A este respecto, comparan la política llevada a cabo por Cebrián en estos centros de trabajo periféricos con la que sigue en otros medios de Prisa como El País, donde hace unas semanas decidió clausurar las cuatro delegaciones del periódico en País Vasco, Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia.

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