Fue hace casi un lustro cuando Atresmedia decidió asumir varios de los procesos de producción y ayuda técnica que realizaba una empresa externa para los informativos de LaSexta. En concreto, hasta entonces los realizaba Liquid Media, una sociedad del grupo Mediapro (Jaume Roures) que en 2018 facturaba 37,1 millones de euros. Esta cantidad se ha reducido de forma drástica en los últimos años, hasta el punto de que, en 2022, había menguado en casi 25 millones de euros.

Este periódico ha tenido acceso al informe de cuentas de Liquid Media a través de la plataforma Insight View y en su contenido se reconoce que su principal actividad durante los ejercicios 2021 y 2022 fue la prestación de servicios para Atresmedia. Eso le reportó ingresos por valor de 12,5 millones de euros.

Su actividad principal fue “la prestación permanente de los servicios de producción y explotación a los servicios informativos de un canal de televisión, así como de (...) deportes”. Eso implica desde tareas técnicas hasta de producción, en la que se emplearon un total de 242 personas. En 2018, la empresa disponía de más de 800 empleados, cuyos contratos fueron asumidos por Atresmedia.

Pese a que varias voces pusieron en su día el grito en el cielo por la presencia de una empresa de Roures en los noticiarios de LaSexta, lo cierto es que la labor de Liquid Media era meramente técnica, y no contemplaba -ni contempla- decisiones editoriales de ningún tipo. Ésas corren a cargo de los responsables de Atresmedia.

Ahora bien, la empresa -con sede en Cataluña- obtenía una facturación significativa de la compañía que mermó cuando Atresmedia tomó la decisión de internalizar varios de esos procesos.

Una decisión empresarial muy relevante

Este hecho se produjo en un momento empresarial y político relevante, en el que la empresa capitaneada por Jaume Roures -actualmente, de mayoría accionarial china- se encontraba en pleno proceso de retirada de la compañía de Planeta, tras la puesta a la venta de su participación. De hecho, el último 3% que conservaba en el grupo lo vendió a finales de 2019.

Roures fue uno de los socios principales del sexto canal de la TDT española cuando José Luis Rodríguez Zapatero creó esa nueva licencia, en cuya gestión también entró Globomedia (donde estaba José Miguel Contreras).

En la última etapa de ese Gobierno -cuando había estallado la crisis económica-, comenzaron a negociarse las fusiones de las televisiones comerciales. Ahí fue cuando Telecinco absorbió Cuatro (Prisa) y Antena 3, La Sexta.

Como resultado de esta última fusión, Mediapro se quedó con una participación minoritaria en el grupo, que siguió controlado por Planeta. Entonces, se decidió que la empresa de Roures prestara determinados servicios a Atresmedia.

La relación entre las partes se deterioró en esos años de asociación. El propio Roures llegó a señalar a Antonio García Ferreras en octubre de 2019, durante una entrevista que concedió al político de ERC Gabriel Rufián. “Me parece muy poco periodístico, muy demagógico (…) Va a piñón fijo. Ha tomado partido y entonces la realidad le importa muy poco”, denunció.

Previamente, se había producido otra fricción entre las partes -explican fuentes del grupo- como consecuencia de la línea editorial de LaSexta durante los sucesos acaecidos en Cataluña en 2017; y, sobre todo, ante la negativa de Atresmedia para emitir el documental que produjo Mediapro sobre el 1 de octubre de ese año.

Pese a todo, la relación con Liquid Media se ha mantenido, aunque con una actividad mucho menor. Así se aprecia en las cuentas de 2022, en las que esta empresa facturó 12,5 millones (12 en 2021) y obtuvo un beneficio neto de 635.407 euros (229.574 un año antes).

Este periódico ha contactado con fuentes oficiales de Mediapro y de Atresmedia. Sin embargo, han declinado comentar estos datos.

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