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Los Obispos, divididos por la moderación de la línea editorial de 13 TV, su altavoz en la TDT

Un sector de la Conferencia Episcopal –el más reacio a aceptar los preceptos de la ‘primavera’ del Papa Francisco- apuesta porque 13 TV mantenga su línea editorial conservadora. La que establecieron los Obispos durante la ‘era Rouco’. Pero Fernando Giménez Barriocanal, su nuevo presidente, quiere reducir la carga política de la parrilla de programación. Son dos facciones enfrentadas…

  • El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares

Existe un intenso debate en la Conferencia Episcopal sobre la línea editorial que debe adoptar 13 TV, su altavoz en la TDT. Se inició hace casi tres años, cuando los aires renovadores que el Papa Francisco avivó desde Roma llegaron a España y provocaron turbulencias en varias de sus diócesis y en su órgano de gobierno, hasta entonces encabezado por Antonio María Rouco Varela. El exarzobispo de Madrid y sus hombres apostaron porque esta televisión participara de forma activa en la batalla ideológica contra las leyes y los partidos que atentaban contra la doctrina de la Iglesia y bajo esa premisa confeccionaron la parrilla de este canal.

Pero la influencia de este combativo sector ha mermado durante los últimos meses, lo que permitió que, el pasado diciembre, Fernando Giménez Barriocanal tomara el control de la cadena con el proyecto de reducir la carga política de sus programas. Todo, para intentar atraer más audiencia y cuadrar las cuentas de un canal que ha perdido más de 60 millones de euros en el último lustro. Los obispos más conservadores observan con desconfianza el viraje ideológico que Giménez Barriocanal quiere aplicar, de ahí que se espere que realicen un incómodo marcaje en corto al nuevo ‘jefe’ de 13 TV.

En el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal, encabezado por Ricardo Blázquez, existen algunas voces que han manifestado su malestar cada vez que se ha planteado la posibilidad de modificar la línea editorial de 13 TV. Entre ellas, según precisan fuentes internas, la del arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, a quien se encuadra dentro del ala de la Iglesia que más resistencia ha presentado ante los mensajes aperturistas procedentes de Roma sobre temas como el aborto o el matrimonio gay, diametralmente opuestos a los postulados que defendieron los Obispos durante la ‘era Rouco’.

Frente al sector más conservador de la Iglesia se encuentran los Obispos que, por convicción o por conveniencia, comulgan con las ideas del Sumo Pontífice y de su entorno. En este sentido, resultó especialmente significativa la misiva que los sacerdotes ‘progresistas’ que conforman el Foro Curas de Madrid enviaron al arzobispo Carlos Osoro el pasado 30 de marzo, en la que lamentaban que 13 TV se haya convertido en el órgano de expresión de los sectores “más reaccionarios” de la sociedad española.

"Nos preocupa asimismo y grandemente que en los medios de comunicación en los que usted como Obispo de Madrid o como vicepresidente de la Conferencia Episcopal tiene poder de influencia y de decisión se siga difundiendo una espiritualidad poco cercana a quienes viven, no por voluntad propia, en los márgenes de la sociedad y a quienes junto con ellos trabajan para lograr que su situación mejore al menos un poco", afirmaba el documento.

La cadena de los Obispos ha perdido más de 60 millones de euros durante el último lustro.

Fuentes de la cadena han precisado a Vozpópuli que, pese a que el debate sobre la línea editorial del canal ha sido intenso durante los últimos tiempos, la caída de José María Mas Millet –presidente de 13 TV hasta diciembre- responde principalmente a motivos económicos.

Unas cuentas que no cuadran

A finales de 2015, los Obispos consiguieron un objetivo fundamental para garantizar la continuidad del canal, como es una licencia de emisión en propiedad. Sin embargo, la situación no ha mejorado excesivamente desde entonces y sus urgencias financieras no son menores que hace un año. Entre otras cosas, por la acentuada caída de la facturación publicitaria que sufrió la cadena en 2016, de la que en su directiva a Publiespaña (Mediaset), a quien se contrató el pasado marzo –y se despidió al final del año- para intentar obtener más ingresos de los anunciantes.

A esta crisis financiera hay que sumar el daño que sufrió la figura de Mas Millet cuando se reveló su implicación en el escándalo de Manos Limpias. En concreto, en el supuesto proceso de negociación entre sus cabecillas y La Caixa para pactar la salvación de Cristina de Borbón en el caso Nóos.

Todos estos factores –según estos informantes- motivaron la ascensión de Giménez Barriocanal, presidente del Grupo COPE y vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal. Estos hechos también sirven para explicar la caída de Mas Millet, quien ejercerá de vicepresidente de 13 TV y de COPE, aunque sin poder ejecutivo.

'Limpia' de contertulios

Fuentes cercanas al nuevo presidente aseguran que entre sus planes se encuentra la sustitución de determinados contertulios con un marcado perfil conservador. También quiere reducir la carga política de la cadena, algo que explica el aumento del peso en su accionariado de la productora alemana Beta Films, que recientemente ha suscrito dos ampliaciones de capital por más de 420.000 euros, según detallaba este lunes Dircomfidencial.

Pese al enorme poder con el que Giménez Barriocanal contará en los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal, y pese al importante papel que desempeña en la Iglesia española como responsable de sus finanzas, fuentes conocedoras del Consejo de Administración de 13 TV aseveran que el ejecutivo tendrá una “fuerte oposición” durante su labor. La del sector más conservador de la Conferencia Episcopal, que –esperan- se mostrará crítico con cualquier intento de moderar la línea ideológica de la cadena y beligerante con sus errores.

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