La guerra entre Pedro J. Ramírez y Unidad Editorial tiene visos de eternizarse. El penúltimo episodio ha sido la publicación de un comunicado de la compañía en el que se acusa al fundador de El Mundo de deslealtad. La respuesta del periodista es cuestión de horas. Fuentes de su entorno explican que este jueves, tras la publicación de dicho comunicado en la web del diario, se puso a trabajar junto a su abogado, Javier Gómez de Liaño, en una respuesta pública a su antigua empresa. Además, aseguran que se siente "indignado" porque "el comunicado de Unidad Editorial incluye varias falsedades flagrantes".
Quienes conocen a Pedro J. insisten en que el comunicado de la antigua Unedisa no respeta la verdad en lo referente a los acuerdos entre él y la empresa. Las citadas fuentes aseguran que, aunque haya riesgo de que la pelea se alargue y difumine, "lo que está claro es que ahora la empresa quiere que Pedro J. no escriba artículos en ningún periódico ni pueda fundar su propia cabecera hasta enero de 2016". Y el periodista, tal y como ha dicho en las redes sociales, no piensa quedarse de brazos cruzados mientras intentan, a su juicio, amordazarle.
En las últimas semanas, se han desatado las hostilidades entre Unedisa y quien fuera director de su principal cabecera durante 25 años. El germen fue la publicación de una entrevista de El Mundo a Casimiro García-Abadillo, con unas palabras sobre Pedro J. que no gustaron al periodista, quien cargó contra su sucesor en su tribuna semanal, "Cartas de un arponero ingenuo". Este último le respondió en un editorial en el que le ponía en entredicho la veracidad de sus afirmaciones.
Pedro J., que vio en su destitución motivos políticos, envió al final de esa semana su columna, esta vez dedicada a Mariano Rajoy, y en la que le dedicaba al presidente calificativos como "crustáceo exánime". El texto no llegó a publicarse y, horas después de que llegara a la redacción de El Mundo, Unedisa decidió poner fin definitivamente a su relación con "el arponero". Esto supone que no podrá publicar nada en ningún medio durante el próximo año, en virtud de las condiciones que pactaron ambas partes cuando el exdirector fue apartado de su cargo.
Un duro comunicado de Unidad Editorial
El grupo de medios al que pertenece este diario publicó ayer una contundente nota informativa en la que justificaba la supresión de la columna semanal de Pedro J. en los "graves, reiterados e insubsanables incumplimientos" de los deberes de "lealtad y confidencialidad" que el periodista pactó con ellos cuando abandonó su puesto el pasado febrero. Desde el entorno de Ramírez se insiste una y otra vez en que la indemnización que cobró por su despido no está directamente vinculada con su posterior colaboración de los domingos. A su juicio, Unidad Editorial incumple el pacto con Ramírez al apartarle de la empresa y, paradójicamente, le reclama que no escriba en virtud de ese acuerdo.
Con sus afirmaciones, Unidad Editorial trata de salir al paso de las acusaciones de censura que había recibido de su exregidor, quien llegó a acusar a García-Abadillo de estar especialmente bien relacionado con el poder. "Unidad Editorial no pretende limitar en absoluto la libertad de expresión de Pedro J. Ramírez, sino aplicar su contrato laboral y los acuerdos que él firmó libremente y que regulan los términos de su relación con la empresa editora de El Mundo tras su salida de dirección", añadía.
El comunicado, finaliza con el reconocimiento de Pedro J. como uno de los artífices de los "grandes éxitos" cosechados por este diario durante este cuarto de siglo. Esta afirmación parece que no será suficiente para detener las hostilidades entre estos dos contendientes, que todo parece indicar que se dirimirán en los tribunales. Entre las grandes preguntas que surgen ahora, se encuentra la de cómo y cuándo fundará el popular editor riojano su nuevo medio de comunicación, y cuáles serán las cortapisas que establecerá su antigua empresa a este proyecto.