Los responsables de Radiotelevisión Española no han sido capaces de aprovechar la ayuda que les ha brindado el Ministerio de Hacienda al perdonarles el IVA para evitar que la corporación cierre 2015 con unas pérdidas millonarias. Su presidente, José Antonio Sánchez, consiguió a principios del año pasado que Cristóbal Montoro eximiera a RTVE del pago de este impuesto en todas sus actividades comerciales, lo que ha supuesto que las arcas del Estado hayan dejado de ingresar 70 millones de euros, pero un alivio considerable para la televisión pública. No obstante, esta concesión no ha servido para que incurra en un déficit de 33 millones de euros que agrava su crisis y le deja al borde de tener que afrontar una nueva reducción de su capital social.
El optimismo que exhiben los directivos de RTVE al referirse a la gestión realizada en 2015 no se corresponde con el resultado conseguido. Su déficit se ha reducido un 70% con respecto al ejercicio anterior, pero esto se ha debido principalmente a la auxilio del Ministerio de Hacienda. Sin el perdón del IVA, sus pérdidas habrían vuelto a dispararse por encima de los 100 millones de euros, al igual que en 2012, 2013, 2014 y 2015. En resumidas cuentas, se ha empleado un analgésico, pero no se ha paliado la enfermedad.
Ninguno de los problemas estructurales que padece la televisión pública se ha solucionado y eso amenaza con derribarla a medio plazo. Algunos de ellos incluso se han agravado durante 2015. Su mayor cortapisa para evitar los números rojos -según ha denunciado su propio presidente- es el modelo de financiación del que le dotó el PSOE hace unos años, que le hace excesivamente dependiente de los Presupuestos Generales del Estado y de las aportaciones que realizan las televisiones privadas y las 'telecos' a partir de sus beneficios.
El déficit de RTVE ha estado por encima de los 100 millones de euros durante los últimos ejercicios
Cuando estas remesas se reducen, los gestores de RTVE no tienen la capacidad para buscar fuentes de financiación externas para compensar esa pérdida, lo que aboca irremediablemente al déficit a una corporación, que, según recuerdan fuentes internas, se encuentra al borde de tener que afrontar una causa de disolución.
La solución que ha determinado el actual equipo gestor es la de recortar el gasto en aspectos como los consumos energéticos, transporte de señales, redes de datos o derechos de propiedad intelectual. Pero el problema es que los sucesivos tijeretazos sobre la cantidad que se destina a elaborar la parrilla de programación han provocado una huida de la audiencia que en el caso de La 1 ha sido dramática. En enero de 2012, esta cadena era líder en la TDT con una cuota media de pantalla del 14,2%. El mes pasado, registró el 10,1%.
Incremento del gasto en personal en RTVE
Otro de los grandes obstáculos que separan a RTVE del equilibrio presupuestario es su gasto en personal. La partida presupuestaria que dedica a mantener a sus 6.400 trabajadores (más que la suma de Atresmedia y Mediaset) es cada vez mayor y los intentos de su anterior presidente, Leopoldo González-Echenique, por reducir su cuantía mediante medidas de contención han sido un absoluto fracaso. En 2015, la corporación invirtió 387,3 millones de euros en este concepto, es decir, 15 millones más de lo presupuestado como consecuencia de la obligación de abonar a sus empleados la paga extraordinaria de 2012 que no habían percibido.
Los consejeros más beligerantes con la gestión de Sánchez le recriminan que, pese al volumen y la cualificación de la plantilla disponible, haya repartido durante sus 15 meses de gestión "decenas y decenas de millones de euros" entre productoras audiovisuales. Especialmente críticos son con los contratos por valor de 28 millones de euros que aprobó en la última reunión del Consejo de Administración pese a tener claro que no seguirá al frente de la corporación sea del color que sea el próximo Gobierno. "Tenemos 6.400 trabajadores en nómina, pero externalizamos la parrilla de programación incluso por encima de lo que nos deja la ley. Es incomprensible", denuncian los mismos informantes.
Para 2016, las expectativas no son mucho mejores. Su presupuesto es de 974 millones de euros, es decir, el 2,7% mayor que el año pasado. Pero RTVE deberá afrontar la compra de los JJOO por unos 60 millones y un aumento del gasto de personal (sobre lo presupuestado en 2015) que, unidos a la incertidumbre sobre la aportación de las 'telecos', sitúa a sus gestores entre la espada y la pared. Montoro volverá a perdonarle el IVA, pero todo indica que eso no será suficiente para evitar el déficit.
Desde la Dirección de RTVE, defienden la gestión realizada en 2015 e inciden en que las pérdidas de 33,56 millones de euros se deben fundamentalmente a los menores ingresos obtenidos por parte de los operadores de televisión y telecomunicaciones. "En 2010, primer año de vigencia de la ley, se ingresaron por ese concepto 280 millones de euros, mientras que en 2014 RTVE ingresó 150 millones en concepto de estas tasas", precisan. Asimismo, mantienen que el gasto que se ha realizado es 40 millones de euros menor de lo presupuestado.