El mercado televisivo español ha registrado algunos cambios significativos desde el 31 de enero de 2009. Ese día, se emitió el último "spot" comercial en TVE, dentro de un año en que el ente público cerró con una audiencia más que aceptable, del 22,6%. Hoy, su share es del 16,7%; y el mercado en el que competiría, un 28,3% menor, dada la cada vez más mermada inversión publicitaria. Por eso, varios analistas han coincidido en afirmar que la vuelta de esta corporación a su anterior modelo de financiación implicaría que ingresara menos dinero en sus arcas.
Hace unas semanas, el Grupo Popular en el Congreso registró una proposición no de ley en la que defendía la modificación del modelo de financiación de la radio-televisión pública. Desde ese momento, han sido varias las voces que se han alzado para respaldar o criticar el posible regreso de la publicidad a estos medios de comunicación públicos.
El anterior presidente de RTVE, González Echenique; y el propio Montoro defienden la vuelta de la publicidad
Entre sus partidarios, se encuentra su anterior presidente, Leopoldo González Echenique, quien afirmó en su día que el actual sistema de gestión no tiene "estabilidad ni permanencia". Otro de los defensores de esta medida es el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, supuestamente, porque de ese modo podría destinar a otros fines el porcentaje de sus ingresos que aportan las empresas de telecomunicación para financiar RTVE (el 0,9 % de sus ingresos brutos). Por descontado, también lo respaldaría para evitar que su departamento de Gobierno tenga que repetir el auxilio que ha brindado este año a TVE para que pudiera cuadrar sus números en este ejercicio, en forma de crédito extraordinario.
La vuelta de la publicidad a RTVE no sería rentable
En el lado contrario a estas posturas se encuentra un informe elaborado por el Banco Sabadell, en el que se advierte del efecto negativo que tendría para la corporación pública la vuelta de la publicidad a su parrilla. Según sus estimaciones, RTVE ingresaría en 2015 un total de 244 millones de euros, procedentes de las compañías de telecomunicaciones y de las empresas privadas de televisión. Para alcanzar esa cantidad con publicidad, tendría que cosechar una audiencia de algo más del 12 %, algo que parece plausible. Sin embargo, si deseara paliar el déficit de 133 millones que se ha registrado este año, tendría que lograr una cuota del mercado de televisión del 19 %, bastante superior a las estimaciones efectuadas desde la propia casa.
Otra consultora, Arthur D Little, precisó que, en 2013, si Radiotelevisión española hubiera mantenido el anterior modelo de financiación, hubiera ingresado entre 250 y 180 millones de euros menos que con el vigente, lo que le hubiera situado prácticamente al borde del colapso.
Algunas consultoras afirman que TVE ingresaría menos dinero con el anterior modelo
En Infoadex, ofrecen otro dato que ofrece una idea sobre las dificultades que conllevaría para el ente público el volver a adoptar el modelo que estuvo vigente hasta diciembre de 2009. En este tiempo, la tarta publicitaria ha disminuido en 674,4 millones de euros; es decir, prácticamente se ha reducido un 30 % la aportación de los anunciantes.
¿Cuál sería la estrategia que podría adoptar TVE ante este hecho? Desde las televisiones privadas, han trasladado a Vozpópuli su temor de que recurra el dumping. Es decir, a tratar de ganarse a los anunciantes "tirando los precios" de la publicidad. Esto podría poner en la picota a Atresmedia y a Mediaset, que previsiblemente verían escapar de su cartera a algunos de sus clientes.
¿Cómo afectaría a las televisiones privadas la vuelta de la publicidad?
El informe emitido por el Banco Sabadell concluye que, si Televisión Española decidiera recuperar la publicidad, las compañías privadas de televisión se verían afectadas gravemente. Si TVE mantuviera su audiencia del 16,7 del share, calcula que Atresmedia vería reducidos sus ingresos el 18%, mientras que Mediaset, el 12.
Lo que está fuera de toda duda es que el actual modelo de financiación y de gestión de RTVE genera un déficit que haría insostenible la continunidad de cualquier empresa privada. Entre las soluciones que se podrían adoptar para revertir esta tendencia estaría un cambio en su administración, la ampliación de las posibilidades de patrocinio que actualmente contempla la ley (aunque sería difícil que generara ingresos suficientes) y, por supuesto, el retorno de los spot publicitarios a todos o a una parte de sus canales.