Radiotelevisión Española gastó en 2022 un total de 437,68 millones de euros en su personal, que entonces estaba conformado por 6.765 efectivos. Ya eran muchos más de los 6.500 que debería tener, en virtud del pacto que alcanzaron los sindicatos, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la empresa cuando en 2007 se constituyó la corporación, participada casi en su totalidad por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. El problema es que la plantilla ha crecido todavía más en los últimos tiempos y ya roza las 7.000 personas, según el censo que se ha realizado recientemente en Prado del Rey.

Cuando a finales de 2019 se pactó el establecimiento de un plan de prejubilaciones incentivadas y jubilaciones obligatorias, el gasto en personal era de 425 millones de euros, mientras que un año antes, de 397 millones. La idea era que la salida de los más veteranos de la empresa -con mayores retribuciones- y la llegada de nuevos perfiles ayudara a rejuvenecer la plantilla y a reducir la carga salarial.

Esto último no ha ocurrido, entre otras cosas, porque el número de trabajadores temporales ha incrementado de forma muy relevante desde entonces. Tanto, que RTVE incumple de forma muy clara el compromiso al que llegó en su día, que consiste en disponer de una plantilla en la que el número de eventuales no supere el 10% del total. Es decir, que nunca sea mayor a 650 personas.

Fuentes sindicales son tajantes a este respecto e inciden en que la cantidad de contratos temporales es actualmente cuatro veces superior, dado que la plantilla roza las 7.000 personas, pese a que se han marchado más de 1.800 por cuestiones de edad.

Desde los altos despachos de la corporación apuntan a que este incremento de la contratación temporal se debe precisamente a la salida de todos estos empleados -en varios casos, contra su voluntad de seguir trabajando más allá de los 65 años- de RTVE y al retraso de los procesos de oposición con los que deberían cubrirse las salidas, algo que ha sucedido tanto por causas burocráticas como por la existencia de sentencias judiciales que obligarán a modificar el baremo que eligió la corporación para puntuar a los aspirantes. Eso ha hecho que más de 1.500 plazas estén todavía pendientes de adjudicar.

El Consejo de Administración calla

Sea como sea, llama la atención que las contrataciones hayan incrementado de forma tan notable. Según las mismas fuentes de los representantes de los trabajadores, eso influye en el día a día de los centros de trabajo, pero también, entre otras cosas, en los resultados de las elecciones sindicales. Dentro del Consejo de Administración, nunca ha trascendido una resolución o un voto particular relacionado con el aumento constante de la contratación temporal.

Ya en la memoria de cuentas de 2022 se reconocía la existencia en RTVE de 1.693 personas con contrato temporal. El dato ha aumentado desde entonces en algunos cientos de personas.

Oficialmente, desde la corporación han declinado comentar esta información. Otras fuentes cercanas a la dirección defienden la necesidad de realizar estos contratos-puente hasta que se consoliden las plazas en la oposición. En este sentido, inciden en que el dato de 6.962 personas del último censo está ‘inflado’ por las incorporaciones de Navidad y que descenderá en enero.

Hay que recordar que RTVE llegó a tener más de 15.000 efectivos. En 2006, se negoció un Expediente de Regulación de Empleo -que ha tenido un coste total de 1.700 millones de euros- para reducir la plantilla en 4.150 personas y fijarla en un máximo de 6.500, de modo que la empresa aspirara a ser viable.

Ese número máximo se ha incumplido durante los últimos años y ha sido ahora, en 2024, cuando ha alcanzado su pico, situándose al borde de las 7.000 personas. Son más del doble que la suma de los efectivos de Atresmedia y Mediaset.

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