La Televisión Digital Terrestre (TDT) ha vuelto a los tribunales. En esta ocasión, lo ha hecho como consecuencia del presunto trato de favor que otorgó el Ministerio de Industria a Abertis a la hora de conceder el servicio de emisión en pruebas en el espacio donde se ubicarán a partir de abril los nuevos canales en alta definición de Atresmedia, Mediaset y el Real Madrid. La Audiencia Nacional estudia si el departamento dirigido por José Manuel Soria dio una ventaja competitiva a la multinacional española con respecto a otras empresas del sector de las telecomunicaciones.
La raíz de este asunto se encuentra en el Plan Técnico Nacional de la TDT, aprobado en 2014 y en el que se contemplaba la posibilidad de que la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones diera autorización a una o varias empresas del sector para que realizaran emisiones en pruebas dentro de la franja del espectro radioeléctrico donde se situarán a partir de abril tres de las seis cadenas de televisión que repartió el Gobierno el pasado octubre. La idea en este sentido era la de “facilitar el proceso de adaptación de las instalaciones de recepción de señales de televisión” y evitar “futuras molestias” y “costes económicos añadidos a los ciudadanos”.
El Real Madrid, Atresmedia y Mediaset pagarán 20 millones de euros al año por su canal de alta definición
Esta adjudicación ha llegado a los tribunales debido a que, presuntamente, el Ministerio de Industria discriminó al resto de las empresas del sector que compiten con Abertis, precisamente, el operador dominante de ese mercado declarado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La compañía demandante es Infraestructuras y Gestión 2002, la misma que denunció la concesión ilegal de 17 licencias de TDT por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. A su juicio, tal y como figura en el expediente del caso, el Ministerio de Industria concedió un trato de favor a Retevisión -filial de Abertis- con respecto a otras empresas del mercado de las telecomunicaciones.
El supuesto trato de favor de Industria
La Audiencia Nacional estudia ahora si el Ejecutivo cometió una “demora injustificada en la tramitación de la solicitud” de esta empresa para beneficiar a Abertis que, por otra parte, es la compañía dominante en el sector y la que más medios técnicos posee para proporcionar la señal de TDT a la población.
También trata de determinar si existen irregularidades en el cambio del titular de la concesión una vez había finalizado el proceso. ¿Por qué se hizo esto? Básicamente, porque, por un grave error de sus técnicos, el Ministerio de Industria dio a la compañía Abertis Telecom la autorización para la emisión en pruebas, cuando la que realmente está capacitada para prestar este servicio es su filial Retevisión.
Abertis ha recibido con anterioridad sanciones por parte del regulador de la competencia por abusar de su posición dominante en la TDT
Cabe señalar que esta empresa no recibió contraprestación por la retransmisión de esta señal sin contenido en esta parte del espectro radioeléctrico (MPE5). Sin embargo, Infraestructuras y Gestión 2002 denuncia -tal y como se advierte en el expediente del caso- que disfrutó de una “ventaja competitiva” al recibir la adjudicación de la emisión en pruebas, toda vez que, al contrario que las empresas que, aun solicitándola, no obtuvieron la autorización, Abertis pudo efectuar el despliegue técnico de su red para prestar el servicio de transporte y difusión de la señal de TDT a los concesionarios de las nuevas licencias. Estos, Atresmedia, Mediaset y el Real Madrid, pagarán entre los tres un total de 20 millones de euros anuales en este concepto.
Otras denuncias por ventaja competitiva
No hay que olvidar que Abertis ha recibido sanciones con anterioridad por el abuso de su posición dominante en la TDT. En 2012, por ejemplo, la extinta Comisión Nacional de la Competencia (CNC) le condenó a pagar 13,75 millones de euros tras prosperar una denuncia de la empresa Astra en la que denunciaba que las condiciones que tiene pactadas en el mercado minorista (operadores de televisión) impiden a sus competidores tener el margen suficiente para sobrevivir en este mercado, lo que técnicamente se denomina estrechamiento de márgenes.
Tres años antes, el regulador de la competencia también sancionó a Abertis a pagar 22,6 millones de euros por una conducta similar en el diseño de sus contratos. La compañía condenada recurrió ante la Audiencia Nacional al considerar la multa “desorbitada”.
