El anuncio de la próxima retirada del programa de Andreu Buenafuente de Movistar Plus abrió la caja de los truenos. Entre otras cosas, porque algunos colaboradores del programa denunciaron en las redes sociales la presunta censura que habían sufrido algunos de sus chistes, como los referidos a Vox.
El impacto de este tipo de humor en la imagen de las marcas Telefónica y Movistar Plus preocupa desde hace un tiempo entre los directivos de la compañía. De hecho, la cúpula de la telco ha analizado recientemente este asunto, ante las dudas sobre si los programas del canal #0 pueden ser contrarios a la estrategia marcada por la compañía, han explicado fuentes de la operadora.
El grupo español de telecomunicaciones inauguró su plataforma de televisión en 2014 tras la compra de Digital Plus a Prisa. Entonces, creó Movistar Plus, que incluyó la oferta de derechos deportivos de Telefónica –incluido el fútbol- y una serie de contenidos de entretenimiento.
Una parte de ellos se agrupan desde febrero de 2016 en el canal #0. Entre ellos, Late Motiv –de Buenafuente- y La Resistencia, conducido por David Broncano.
Caída de abonados de Movistar
Dentro de Telefónica –añaden estos informantes- preocupa el descenso de abonados que ha registrado Movistar Plus desde el inicio de la pandemia. Esta plataforma alcanzó su pico de abonados en el segundo trimestre de 2019, cuando registró un total de 4.104.592. Los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (marzo de 2021) fijan en 3.891.717 la cantidad de suscriptores. Es decir, 213.000 menos.
La pérdida de atractivo de la liga española de fútbol, el desgaste de Movistar Fusión por la guerra de precios que se libra en el mercado y el incremento de la oferta de servicios de las OTTs (Netflix, Amazon, HBO, Disney) se barajan dentro de la compañía como factores que han perjudicado a su televisión.
Ahora bien, a sabiendas de que el cliente medio posee un poder adquisitivo medio-alto y alto, y que tiene un perfil más conservador, se ha debatido el impacto que ha tenido sobre ellos el contenido de programas con cómicos o colaboradores de perfil progresista.
Entre otras cosas, porque Telefónica quiso que Movistar Plus fuera una televisión ‘blanca’; es decir, sin carga política. De ahí que renunciara a programar informativos diarios.
Audiencia de Buenafuente
La operadora de telecomunicaciones no tiene la audiencia como prioridad, pero lo cierto es que estos programas tampoco destacan en este parámetro. Según datos de Barlovento Comunicación a los que ha tenido acceso Vozpópuli, las 35 primeras ediciones de la temporada de Late Motiv –El Terrat- registraron 51.000 espectadores en la televisión de pago, mientras que en el caso de La Resistencia fueron 27.000.
Es cierto que una parte de los seguidores de estos programas consultan sus contenidos a través de YouTube, pero el negocio de televisión de Movistar obtiene su rentabilidad a partir de contenidos exclusivos que sólo son accesibles bajo suscripción.
Hay que recordar que varios extrabajadores y empleados de estos programas han cargado en los últimos días contra la censura de Movistar, hasta el punto de llegar a asegurar que los chistes que estaban relacionados con Vox eran censurados.
El analista Bob Pop llegó a denunciar estos hechos en la gala de entrega de los Premios Ondas. “Movistar me echó porque resultaba incómodo”, aseguró.
Bob Pop colaboraba en el programa de Andreu Buenafuente, que pertenece a El Terrat, una productora que se encuentra dentro del perímetro de Mediapro. Es decir, el conglomerado audiovisual dirigido por Jaume Roures y sus socios.
Late Motiv desaparecerá el próximo mes de la parrilla de Movistar.
