El estreno de "Entrevista a la Carta", el nuevo programa de Julia Otero en TVE, apenas sedujo a un 11,5% de la audiencia en el prime-time del lunes, supererando eso sí los datos de "Pisando fuerte", la película que ofreció Antena 3, que se quedó en el 10,3% de share.
No obstante, ambas propuestas quedaron muy atrás respecto a la noche de Telecinco, que con la final de 'Gran Hermano 12+1" llegó a rozar el 32% de cuota de pantalla, según datos de Vertele. Y es que, tal y como afirmaba la propia Julia Otero en una entrevista reciente, "juegan en otra liga".
El que se anunciaba en la cadena como un "novedoso giro al género de la entrevista", se quedó como mucho en "giro". La dinámica es simple: cada semana un personaje de "primera línea" responde en directo a las preguntas que le plantean un grupo de personajes conocidos.
Uno a uno, el entrevistado va eligiendo a quien responder, aunque sin conocer el contenido de la pregunta ni las intenciones de su interlocutor. A lo largo del programa también se incluyen preguntas enviadas por los espectadores, así como las propias preguntas de Julia Otero.
El principal atractivo de la propuesta, las múltiples opciones de entrevistador, queda eclipsada por el falso directo en la que están grabadas las preguntas, que resta calidad e interés al producto final. Asimismo, la arbitrariedad en la selección de entrevistadores -que iban desde la Duquesa de Alba a Jorge Sanz- favorecía el tono trivial con el que transcurrió la entrevista al torero Cayetano Rivera Ordóñez.
Muy criticada ha sido la actitud neutral de la presentadora respecto a la "fiesta nacional", de la que es una firme detractora.
En conclusión, un espacio blanco, neutral, de los que se estilan ultimamente en la televisión pública, con mucho margen de mejora por delante. Habrá que ver cómo se desarrolla en próximas entregas, ya sin la espada de Damócles del reality más visto de la televisión en España y con invitados de mayor bagaje cultural, como el escritor Mario Vargas Llosa.
