Moncloa y Génova han utilizado Televisión Española como uno de sus principales campos de batalla desde el comienzo de la legislatura. Las diferencias existentes entre el PP y el Gobierno se han escenificado en los pasillos y despachos de esta corporación y han dejado un reguero de ascensos y castigos que han suscitado polémicas de mayor o menor calado en la casa. La guerra que han librado las familias de este partido político la ha ganado la línea dura, la de Génova, que hace tiempo comenzó a mover los hilos necesarios para condenar al ostracismo al exdirector de informativos de la casa, Julio Somoano. Si nada falla, lo conseguirá en las próximas semanas, cuando su programa de debate sea retirado de la parrilla de La 1.
Somoano forma parte de la “facción moderada” del PP en Televisión Española, que fue encumbrada al inicio de la legislatura por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con Leopoldo González-Echenique como presidente de la corporación. Al contrario que la mayoría de sus predecesores en el cargo, Somoano no realizó excesivos cambios en las jefaturas de los servicios informativos. Es decir, no se rodeó de un núcleo duro de plena confianza que le respaldara en los momentos complicados, lo que ahora le ha pasado factura, exponen fuentes del Consejo de Administración de RTVE.
El pasado verano, Sáenz de Santamaría hizo caso a las voces de Génova que reclamaban un endurecimiento de la línea editorial del Telediario, lo que propició el declive de la influencia de Echenique y sus hombres, siempre según estos informantes. En pocas semanas, el presidente cayó y se eligió a José Antonio Sánchez como su sustituto, antiguo director general de Telemadrid que no era la primera opción que barajaba el Gobierno, pero que ha implantado un modelo de gestión que agrada a Rajoy y a los suyos.
El ala dura del PP ganó influencia en TVE cuando Sáenz de Santamaría dejó de apoyar a González-Echenique
Sánchez nombró responsable de informativos al antiguo subdirector de opinión de La Razón, José Antonio Álvarez Gundín. Este periodista promovió el ascenso de personas de un marcado perfil conservador, como es el caso de Carmen Sastre, directora de Nacional con Alfredo Urdaci a la que situó como su mano derecha. Otro claro ejemplo es el de Cecilia Gómez Salcedo, la cual fue cesada como subdirectora de informativos por Julio Somoano por elaborar una lista con los miembros del Consejo de Informativos que, según ella, defendían al PSOE (el “Comando Rubalcaba”). Desde hace unas semanas, ejerce de jefa de Economía.
El plan para acabar con Somoano
A la par que “el tea party del PP” ganaba influencia en TVE, Somoano se iba quedando aislado y sin aliados, tal y como pretendían “los hombres de Génova”, quienes ahora maniobran para eliminar de la parrilla su tertulia, El debate de La 1.
Como prueba de esta actitud, estas fuentes recuerdan que, recientemente, un consejero de TVE preguntó a José Antonio Sánchez si en La 1 tendrían cabida dos debates, ante su intención de aprobar otro programa de este tipo que está previsto que dirija y presente Ernesto Sáenz de Buruaga. “Su respuesta fue negativa, pues dijo que sólo se mantendrá uno en antena, lo que supondrá el fin del de Somoano”, afirman estos informantes, que especulan con que la supresión de este formato podría suponer la salida de la casa del anterior director de informativos o, como mal menor, “su ostracismo”.
La polémica sobre el debate de Buruaga
La votación sobre el programa de debate de Buruaga ha abierto otro frente en la casa, en este caso, en el seno del Consejo de Administración. Su aprobación estaba prevista para la reunión del pasado jueves, sin embargo, se aplazó debido a que los miembros del órgano asociados al PSOE e IU solicitaron un tiempo adicional para examinar la documentación sobre el programa. Dado que el presidente consideró este asunto como urgente, propuso que los consejeros emitieran su sufragio por vía telamática y marcó el pasado lunes a las 15.00 horas como límite.
José Antonio Sánchez baraja organizar un Consejo de Administración extraordinario para aprobar el debate de Buruaga
María Luisa Ciriza, Rosario López Miralles y Fernando Navarrete, todos vinculados al PP, no se pronunciaron, por lo que la idea no salió adelante. Fuentes oficiales de la corporación han afirmado que todos ellos justificaron su abstención antes del fin del plazo para votar; sin embargo, otros miembros del consejo se han mostrado convencidos de que “simplemente, se les olvidó hacerlo”, lo que impidió el visto bueno al nuevo programa.
Ahora bien, la primera negativa del consejo no ha supuesto la renuncia de José Antonio Sánchez a la vuelta de Buruaga a RTVE, puesto que pretende que su debate (España opina) obtenga el visto bueno en el próximo Consejo, en marzo, o incluso en una reunión extraordinaria que se celebrará en los próximos días, trasladan fuentes oficiales de la casa. “Esta vez, con el rodillo que se ha aplicado hasta ahora. El de los seis miembros del PP en el Consejo de Administración que, a pesar de las fracturas internas que han existido en el partido, desde el inicio de la legislatura han acatado las órdenes de los dirigentes de la casa”, sostienen fuentes de la corporación.