Al Rojo Vivo, el programa de Antonio García Ferreras, ha reinado en las noches electorales desde hace una década, cuando comenzó el desgaste del bipartidismo, surgieron los partidos de la 'nueva política' y eso provocó que el análisis televisivo de los comicios obligara a formular diferentes hipótesis sobre siglas y pactos. Curiosamente, el desgaste de Ciudadanos, de Podemos y de la izquierda del PSOE también ha afectado al presentador de LaSexta, que en la jornada del 28 de mayo perdió su batalla particular contra Vicente Vallés.
Según los datos de Kantar Media, el programa especial de Antena 3, conducido por este periodista, lideró la noche con el 11,4% de la cuota de pantalla y 1,5 millones de espectadores. Entre los invitados que había anunciado Atresmedia para el acontecimiento político estaban Iván Redondo, Chema Crespo, Carmen Morodo, Pilar Velasco y José Manuel García-Margallo.
La segunda posición de la noche la consiguió La 1, con el 9,2% del share y 1.381.000 seguidores, mientras que García Ferreras tuvo que conformarse con el tercer puesto, al marcar el 7,4% y conseguir 1.109.000 espectadores.
El especial informativo de LaSexta mejoró el dato medio diario de la cadena -6% en lo que va de mes-, mientras que el de Antena 3 lo empeoró -13,3% en mayo-. Sin embargo, el vencedor de la noche fue Vallés. De hecho, las imágenes de su programa se proyectaban en la pantalla que el Partido Popular había instalado en su sede nacional el domingo por la noche.
La Mediaset que prometió desterrar la telebasura y dar un giro a su parrilla de programación no ofreció información política en esta cita electoral. En Telecinco, sus espectadores pudieron ver Supervivientes, que fue el líder del horario de máxima audiencia (12,9%), mientras que en Cuatro se emitió el torneo de fútbol de aficionados de la Kings League; y Cuarto Milenio, el programa de misterios de Íker Jiménez.
Este fenómeno ha sido constante durante las anteriores citas electorales: mientras la política concita la atención informativa, un reality show logra la mejor cuota de pantalla en el horario de máxima audiencia. No obstante, si se suman los resultados todas las cadenas, se puede concluir que las elecciones fueron vistas por la mayor parte de los espectadores.
En Cataluña, por cierto, la ganadora fue TV3, con el 25,6% del share y más de 500.000 espectadores. Allí el statu quo informativo no ha cambiado. Otra cosa es en el ámbito nacional, donde el desgaste de la izquierda ha coincidido con el del especial informativo de García Ferreras.
¿Qué ocurrió con el resto de las autonómicas? Según los datos desgranados este lunes por la consultora Dos30, la valenciana À Punt obtuvo el 11,7% de cuota y 218.000 espectadores; la balear IB3, el 16,4% y 47.000; la asturiana RTPA, el 18,3% y 63.000; la canaria RTVC, el 20,6% y 118.000; La7 murciana, el 13,6% y 53.000; la CMM castellano-manchega, el 14,7% y 87.000; la TVG gallega, el 26% y 194.000; Telemadrid, el 10,3% y 183.000; y la EiTB vasca, el 21% y 116.000.
Especialmente positivo fue el resultado de Aragón TV, una televisión pública joven y con unos buenos datos de audiencia. En la noche electoral del vuelco político en esta comunidad autónoma, obtuvo un 21% de share en su horario de máxima audiencia con el especial informativo que programó.
Uno cualquiera
Que lo más visto fuera Supervivientes es, en realidad, una buena noticia: quiere decir que la hiper-politización cansa, que la sociedad empieza a estar harta y que lo único que quiere es vivir su vida y que nos dejen en paz. Que, por otra parte, es signo de salud. Llevamos demasiado tiempo artificialmente crispados, y eso pasa factura.