Mémesis

Niños que dibujan el divorcio de sus padres

 

  • Algunos psicólogos utilizan como terapia el dibujo para ayudar a los niños a superar la separación de sus padres. Otras veces son los propios niños los que deciden, voluntariamente, dibujar sus miedos.
  • Estos dibujos son, muchas veces, retratos descarnados de la angustia que obsesiona a los hijos de divorciados.

  • Así expresa una niña rusa de 11 años la tensión del divorcio de sus padres

En los divorcios todo se convierte en ‘ex’ menos los hijos. Entre el 25 y 30% de los matrimonios españoles (hasta el 45% en Estados Unidos) terminan en separación o ruptura definitiva y la inmensa mayoría de estas parejas suelen tener ya descendencia.

Dibujo sobre el divorcio de una niña Griega. Fuente. "Los dibujos de los niños", Paul D. Kyriakides, editorial "Eptalofos"

 

Hace 30 años los niños de divorciados eran casi apestados sociales, estigmatizados por una sociedad poco acostumbrada a los matrimonios liberados de las normas de la iglesia. Hoy la marginación y exclusión social está ampliamente superada pero no así el trauma que supone siempre una ruptura familiar.

Los niños, indefensos en esta batalla de adultos, se colocan en un plano secundario en la habitual guerra psicológica de los mayores. Sin quererlo son espectadores y a la vez protagonistas del jaque mate de sus padres que les marcará para siempre. El divorcio suele ser doloroso para los padres pero puede llegar a alcanzar el trauma para los hijos.

El divorcio es como una cárcel. 10 años. Fuente: KidsInTheMiddle

Niños en mitad de un conflicto. Fuente: KidsInTheMiddle

 

Todos ellos muestran en mayor o menor medida una colección de angustias. Muchas veces, las menos, algún psicólogo o especialista está ahí para recogerlas, estudiarlas y aconsejar a sus progenitores la mejor manera de remontar el duelo.

Una de las mejores formas de diagnosticar y aliviar este duelo sin la presión de un interrogatorio es dejar que los niños expresen sus sentimientos por medio del dibujo. Que dejen volar su imaginación para vomitar las secuelas, miedos o inquietudes de esa batalla ajena. De esta forma el tutor puede saber las carencias o puntos débiles donde apoyar su terapia y, sobre todo, la de sus padres.

 A veces no es un psicólogo el que invita a dibujar a los niños. Dibujo encontrado por un padre recientemente divorciado en la mochila de su hija. Fuente, reddit

Estos dibujos no dejan espacio para la artificiosidad. Concisos y directos al problema reflejan la angustia que inquieta al niño. Son verdaderos retratos de la agonía y dolor interior de unos niños sometidos muchas veces por los rencores entre sus padres.

El miedo a la elección, a perder su casa, a perder sus cosas, a las voces, a los gritos y peleas de sus padres, al “qué dirán”,  al  “quién me querrá más”, a tener impuesto un padre o una madre nueva... Todo expresado sin rodeos, directos al grano y con dibujos tan sencillos como sentidos. Muchos de estos trabajos tienen más expresión, sentimiento y frustración que algunas obras de arte.

Uno de los terrores infantiles. "Tengo miedo de que mis padres puedan casarse con otras personas diferentes" Fuente: KidsInTheMiddle

 

Antes y después del divorcio. 8 años. Fuente: KidsInTheMiddle

 

Kidsinthemiddle es una ONG norteamericana que lleva 40 años ayudando a los niños y familias en procesos de divorcio. Una de sus terapias es hacer que los hijos dibujen y describan su angustia para poder entenderles y minimizar antes su sufrimiento. Los dibujos son puestos en común con otros niños para que compartan sus sentimientos, en su mismo lenguaje, y esto les ayude a superarlo. Un niño entenderá mejor el problema si ve en otros nilños las consecuencias.

¿Cómo te sientes estando en medio? pregunta el psicólogo. “Asustado, triste, quiero que mamá no esté preocupada...” responde el niño. Fuente kidsinthemiddle

 

 Hay muchos ejemplos que utilizan esta técnica de diagnóstico para catalogar y comprender el trauma infantil. En 2014, el director ruso Evgeny Afineevsky realizó un documental recopilando los testimonios y dibujos de más de 60 niños de padres divorciados de todas las clases sociales de su país.

Dibujos de niños rusos de entre 10 y 12 años. Fuente:“Divorce: A Journey Through the Kids' Eyes

 

Divorce: A Journey Through the Kids' Eyes” es un recorrido por la montaña rusa emocional de todos estos niños antes, durante y después de la separación de sus progenitores. Algunos de los dibujos del documental son reveladores.

Otro ejemplo. En el año 2000, Kara Bishop, una profesora de Tucson, Arizona creó un sitio web donde los niños de padres divorciados podían mandar en secreto sus dibujos, collages o testimonios y así compartirlos con el resto de afectados. Descargabas una postal en blanco, hacías el dibujo y la mandabas. Los padres de estos niños eran animados durante el proceso a buscar en la web otras postales para ver de primera mano los efectos que el divorcio tiene sobre otros niños. Una terapia para toda la familia que tuvo mucho éxito y llenó la red de dibujos e historias increíbles. Hoy ‘Postcards From Splitsville’ es una web privada pero muchas de sus postales circulan por decenas de artículos sobre el tema.

 ¿A quién escojo? Fuente:‘Postcards From Splitsville

 

Estáis muy ocupados odiándoos el uno al otro. Tengo que hacerlo solo. Fuente:‘Postcards From Splitsville

Fuente:‘Postcards From Splitsville

 

No siempre los dibujos muestran a un niño derrotado. En marzo de 2015 un viral desmontaría esta idea. Azka Corbuzier es un niño de 9 años que vive en Indonesia y pasó por el trauma del divorcio pero se atrevió a darle la vuelta. Decidió contar su historia en un cómic de 20 diapositivas. En él explica la relación de sus padres, el matrimonio y su divorcio. Pero no es una historia triste. Muestra el alivio que supone para toda la familia el terminar una relación que solo ha traído discusiones, odios y peleas. El futuro es esperanzador y así lo cuenta. Una muestra de madurez que no responde a su genética.

    

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli