Llega la Navidad, esa época del año en la que de repente todo el mundo recuerda que existe el huevo hilado. La Navidad es una fiesta cristiana en la que los occidentales celebran el nacimiento de Cristo celebrando sus valores: comiendo hasta reventar, emborrachándose y gastándose los ahorros en la Lotería, la ceremonia inaugural de las fiestas. Este año se espera que el clásico “Tapar agujeros” como respuesta de los ganadores del Gordo, se sustituya por un “Pagar la factura de Endesa”. En Corea del Norte no somos muy cristianos pero sí escucho los consejos sobre evitar excesos navideños y los aplico a la cartilla de racionamiento. No soy el único comunista en impregnarse del espíritu de estas fiestas, Yolanda Díaz ha empezado a llamar al Papa ‘Santo Padre’ en lugar de Papa Paquito, como lo llamamos los más allegados.
El gobierno español llega al tramo final del año con problemas: la sexta ola de covid, la inflación, la inmersión linguística en Cataluña, y ahora también el regreso del Rey emérito al país. Juan Carlos quiere volver el día de su cumpleaños, el 5 de enero. Imagino que habrá pensado que si ese día vienen tres Reyes de Oriente, por uno más nadie va a darse cuenta, pero con todo lo que ha pasado estos años, no lo va a tener tan fácil. Yo como mínimo le exigiría pasaporte covid y tercera dosis de refuerzo. Esa que ahora nos quiere implantar Bill Gates para actualizarnos el software. Y si le faltaba poco a Pedro Sánchez, ayer dimitió su ministro de Universidades, Manuel Castells, tan sólo dos años después de ser nombrado y dos semanas después de enterarse de que ocupaba el puesto.
Además del ministro de Schödinger, esta semana se ha hablado en Twitter del Netflix catalán y de la comparecencia de Rajoy en el Congreso, que nos ha hecho añorar esos años dorados en los que los políticos tenían dotes oratorias.
Y esta semana hemos sufrido la pérdida de Verónica Forqué, cuyo suicidio ha vuelto a poner en la palestra uno de los temas estrella del año, el de la salud mental. Uno, que lleva ya unos años en Twitter, cree haberlo visto todo hasta que se encuentra a Jorge Javier dando lecciones de ética televisiva.
En fútbol, el Barça ha repescado a Alves y ahora apunta a Alexis Sánchez. Rescatar de la jubilación a jugadores que le hicieron grande parece una estrategia perfecta, sin fisuras. Sólo el nuevo gimnasio de Sergio Ramos y algún vídeo antiguo suyo son capaces de competir como hazmerreír.