Mémesis

Mascarilla en exteriores: la nueva homepatía

Nochebuena, Europa llega con la gráfica de incidencia acumulada parecida a la del megavatio/hora. Algunos gobiernos anuncian restricciones: Países Bajos impone un nuevo confinamiento, Alemania cierra las discotecas, España vuelve


Nochebuena, Europa llega con la gráfica de incidencia acumulada parecida a la del megavatio/hora. Algunos gobiernos anuncian restricciones: Países Bajos impone un nuevo confinamiento, Alemania cierra las discotecas, España vuelve a hacer obligatoria la mascarilla en exteriores: la idea que poniéndonos una FFP2 para hacer senderismo en la sierra consigamos doblegar la curva. Ninguna decisión había creado tanto consenso en Twitter. Desde comunistas hasta neoliberales, desde runners hasta mayoneseros: todo el mundo en contra. Pedro Sánchez ha conseguido unir a España por primera vez desde las guerras carlistas.

La pandemia no da tregua, en Madrid se agotan los tests de antígenos. Ayuso está a dos Riojas y tres carabineros de tuitear que concederá deducciones fiscales a quienes vayan de bares en los picos de las olas venideras. Las televisiones infunden el miedo a la vez que dan consejos sobre cómo cenar con los abuelos, que básicamente consisten en ponerse cada uno en una esquina de un salón del Palacio de Versalles. España está poseída por el espíritu de Josef Fritzl, ni una casa sin un niño encerrado en su cuarto sin salir. Las redes discuten tácticas para desplazar los langostinos a la zona de personas de riesgo. Se recomienda cenar con las ventanas abiertas, un plumón y un Frenadol con la sidra. Fuera, las discotecas continúan abiertas en la mayor parte del país

. En exteriores, mascarilla; en interiores, Barceló-Cola y Becky G. Nadie se esperaba esta explosión de contagios. Parecía que al menos Ómicron podía significar el fin de la pandemia hasta que Fernando Simón ha afirmado que ve improbable una séptima ola, lo que ha puesto en alerta a la OMS y ha hecho desplomarse Wall Street.

Quedan sólo unas horas para que el Rey salga a dar su discurso hablando de dificultades económicas y te sientas como cuando el cura te hablaba de sexo en el cursillo prematrimonial. Ante este panorama sólo hay una receta posible: alcohol y tweets. Para eso está Tuitopía, para mejorar los memes de tu cuñado en Nochebuena.

Pausa para la hidratación pero sin cambiar de tercio. La sección de hoy es monotemática: Nochebuena y covid.

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