Las hijas del músico han acusado directamente a los dos colaboradores más cercanos del cantante: Laverne Toney, su manager, y Myron Johnson , su asistente personal. Según han contado a AP, y han recogido varios medios estadounidenses, Toney y Johnson no dejaron a los familiares visitar a King antes de su muerte, momento en el que sospechan que pudieron envenenar al cantante suministrándole "sustancias extrañas". El cantante falleció sin que ningún miembro de su familia estuviera presente.
Tras esta afirmación, se ha confirmado que un grupo de detectives del departamento de policía de Las Vegas está investigando si la muerte del cantante fue un homicidio. El primer paso ha sido realizar una autopsia al cuerpo sin vida del músico, llevada a cabo por el forense John Fudenberg, para conocer las causas reales de su fallecimiento. Los resultados se conocerán dentro de 8 semanas como máximo, según se ha publicado en el perfil oficial del condado de County, en Nevada.
Our coroner takes jurisdctn over #BBKing body, performs autopsy. Results:6-8wks min. Homicide investgtn w/ @LVMPD pic.twitter.com/vrU6Irwd87
— Clark County Nevada (@ClarkCountyNV) May 25, 2015
Laverne Toney trabajó con B.B. King durante los últimos 39 años. El manager fue nombrado ejecutor del testamento del cantante, cuya fortuna podría ascender a decenas de millones de dólares, y además disponía de un poder notarial que le permitiría ocuparse de los negocios del músico.
Tan solo una semana antes de la muerte de B.B. King, un juez de Las Vegas desestimó una solicitud de Karen Williams para convertirse en la tutora legal de su padre, un hecho que puede dar pistas de la mala relación de la familia del músico con el manager y el asistente del cantante.