Ni una comedia romántica sin la típica escena en la que la protagonista enseña el anillo de pedida a sus amigas. O, en su defecto, la de la amiga enseñando el suyo para que la protagonista se muera de envidia -aún sabiendo que al final todo saldrá bien-. La moda del compromiso nunca termina.
Del anillo de castidad se pasa al anillo de pedida y de ahí al anillo de casado. La vida resumida en tres anillos, a priori incompatibles entre ellos, pero que seguro que encuentran hueco en la misma mano. Y por mucho que su valor sea sentimental, tengan claro que van a necesitar una buena cantidad de dinero para cumplir con los rituales. Aquí no vale lo de coger cualquier cosa y convertirla en un anillo. Esto no es una película.
Las famosas han hecho de sus anillos de compromiso una competición. Ya no sirve con enseñarlo a los fotógrafos y comentar la alegría del momento. Ahora hay que batirse en duelo con la demás celebrities para ver quién se ha gastado más dinero. Joyas únicas y exclusivas que superar el presupuesto de una familia media para los próximos diez o veinte años. Así se las gastan en Hollywood. ¿Quieren saber cuáles han sido los anillos más caros de los últimos tiempos? Pues atiendan:
Kate Hudson – 220.000 euros
Matthew Bellamy, el líder de la banda Muse, le pidió matrimonio a la actriz Kate Hudson con un anillo de platino valorado en 250.000 dólares -unos 220.00 euros-. Una ridiculez si hablamos de una de las reinas de las comedias románticas. La hija de Goldie Hawn seguro que ha tenido mejores anillos en cualquiera de sus rodajes. Tuvieron un hijo juntos, sí, pero la boda nunca llegó.
Kate Middleton – 450.000 euros
Aquí hay excusa. Pensarán que 450.000 euros para el anillo de compromiso de la futura reina de Inglaterra es bastante poco, pero, claro, si tenemos en cuenta que es la misma sortija con la que se prometió la madre del novio, entonces la cosa cambia. El príncipe Guillermo le regaló a Kate Middleton el anillo de diamantes con un gran zafiro que había pertenecido a la desaparecida Diana de Gales. Eso lo explica todo.
Iggy Azalea – 450.000 euros
La rapera Iggy Azalea también ha caído en las formalidades del compromiso. Muy moderna y avanzada, pero luego lo que prima es la tradición. Su prometido, el jugador de baloncesto Nick Young colaboró en el diseño del anillo de diamantes blancos y amarillos valorado en 500.000 dólares -unos 450.000 euros-. No está mal para el sueldo de un deportista. Bonito y económico.
Khloé Kardashian – 750.000 euros
Si hubiese sabido cómo iba a terminar el matrimonio, Khloé Kardashian igual hubiese rechazado el anillo que le regaló Lamar Odom para su compromiso. Una alianza con diamantes de 12 quilates que debió costarle unos 850.000 dólares -750.000 euros-. Nada que ver con el que Kanye West le compró a su hermana Kim, pero no adelantemos hechos que todavía no hemos llegado.
Hilary Duff – 880.000 euros
Para que ir con bobadas y calderilla. El jugador de hockey sobre hielo Mike Comrie fue a la tienda y le dijo a la dependienta: 'Tengo un millón de dólares para gastar, ¿qué me puedes ofrecer?'. Bueno, igual no fue así, pero seguro que tampoco nos alejamos mucho de la realidad. Con eso se llevó un anillo de diamantes estupendo, de 14 quilates y corte princesa, que regaló a su prometida, la cantante Hilary Duff.
Mariah Carey – 2.2 millones de euros
Poco nos parece para la diva más diva entre las divas. Mariah Carey debía haber sospechado que su matrimonio con Nick Cannon no iba a funcionar demasiado bien al ver el anillo de compromiso. A la cantante le gustan las cosas barrocas y excesivas, y una sortija valorada en 2,5 millones de dólares es poco para ella. ¡Si Mariah se gasta eso un día de compras cualquieras!
Jacqueline Onassis – 2.3 millones de euros
La viuda de América cambió a John F. Kennedy por el multimillonario Aristóteles Onassis y claro, todo tenía que ir en consonancia. El magnate se gastó más de 2 millones de dólares en un anillo de compromiso que Jackie O tan solo se puso dos veces antes de guardarlo en una caja fuerte. Igual amor, amor, tampoco era...
Jennifer Lopez – 3.5 millones de euros
Lo que se da no se quita. Marc Anthony encontró el anillo perfecto para regalárselo a Jennifer Lopez en su compromiso. Una joya diseñada por Neil Lane con diamantes azules. Ideal para una diva latina. ¿Y qué hizo J.Lo. cuando decidieron divorciarse? Pues quedárselo, que es lo que hay que hacer con los regalos. O como mucho, ir a Sálvame y fundir tu anillo en directo, como hizo Rosa Benito.
Paris Hilton – 4.1 millones de euros
El anillo que Paris Latsis le regaló a Paris Hilton -sí, se llamaban igual- era tan grande que la socialité aseguraba que no se lo podía poner porque le dolía la mano. Estaba hecho de oro blanco de 24 quilates con un diamante rectangular en el centro y le había costado al hijo del armador griego casi 5 millones de dólares. Y total, ¿para qué? Rompieron y ya nunca más se supo. De hecho, ni Paris se acuerda de él.
Beyoncé – 4.5 millones de euros
Todo aquello del 'Single ladies' y el bailecito no era más que un truco de Beyoncé para dejarle claro a Jay-Z que ya podía irse esperando con el anillo. El rapero le regaló a la cantante un anillo de compromiso valorado en 5 millones de dólares. Un precio bien para una celebrity de su talla. Podía ser mejor, sí, pero también podría haber sido mucho peor. Beyoncé se queda en mitad de la tabla.
Kim Kardashian – 7 millones de euros
'¿Cinco millones? Eso no se puede tolerar'. La amistad íntima entre Beyoncé y Kim Kardashian está plagada de competiciones. Si la cantante enseña el culo, la socialité protagoniza siete portadas. Y lo mismo ocurrió con el anillo de compromiso. Kim Kardashian ya tenía uno valorado en dos millones de dólares de su primer y fugaz marido, así que cuando le tocó el turno a Kanye West, este tuvo que rascarse el bolsillo. Siete millones de euros se gastó en un anillo diseñado por él mismo.
Elizabeth Taylor – 7.8 millones de euros
Una de las grandes coleccionistas de joyas de la historia tenía que tener también el anillo de compromiso más caro. Richard Burton se gastó 8.8 millones de dólares en el anillo que regaló a Elizabeth Taylor. Una joya excepcional con un diamante único que la actriz unió a su amplia y respetada colección. Tras su muerte, fue adquirido por un coleccionista asiático en la subasta que se realizó con parte de su legado.
