No obstante, algo de cierto en la maldición de Disney tiene que haber para que muchas de aquellas estrellas Disney hayan terminado siendo adictas a las drogas, al alcohol, con desequilibrios mentales, teniendo problemas con la justicia, e incluso suicidándose, como Lee Thompson Young. No sabemos qué tiene el pequeño Mickey Mouse, pero muchas de sus niñas, tras abandonar los brazos de quien les lanzó a la fama, se encontraron totalmente desprotegidas y entregadas a una realidad que difícilmente pueden superar. Desde Marabilias hoy hacemos un repaso de las estrellas de Disney malditas que han protagonizado los escándalos más sonados:
Britney Spears
Los inicios de Britney están unidos a su participación en el MMC, el Club de Mickey Mouse. En 1998 lanzará su primer disco Baby One More Time. Un gran éxito la acompaña en toda su carrera discográfica, convirtiéndola en una de las artistas que más discos ha vendido. Pero pronto las letras de sus canciones dejarían de cantar al amor y al desamor de pareja para dar paso a historias menos cotidianas de tríos mucho más sexuales.
Varios divorcios, entradas y salidas a clínicas de desintoxicación, son algunos de los desenfrenos de la chica Disney. Quizás lo más llamativo es que, dados los problemas psicológicos que tenía la cantante, llegan a otorgarle la custodia de su propia vida a su padre. Ahora, tras su aparente recuperación, lucha por conseguir el lugar que un día ocupó en la música. Una vuelta que, con su duro pasado y la fuerte competencia musical, complica que Britney Spears vuelva a ser bautizada como la “princesa del pop”.
Christina Aguilera
Con 12 años Christina Aguilera participaba ya también en el Club de Mickey Mouse. Dos años después, con la grabación de la banda sonora para la película Mulán de Disney, la cantante conseguiría una nominación a los Globos de Oro. A partir de ahí, los éxitos por todo el mundo no se harían esperar. De hecho, la revista Rolling Stone la incluiría en la lista de las cien mejores cantantes de la historia.
Cuando la cantante se encuentra en lo más alto de su carrera musical, su biografía comienza a escribirse con litros de alcohol. Una adicción, al parecer, motivada por los desequilibrios que le supuso su divorcio con el productor musical Jordan Bratman, y las malas influencias de su novio Matthew Rutler. Durante los últimos años ha sido la protagonista de escándalos, tanto públicos (conducir borracha, olvidar el himno de EE.UU en la Super Bowl, caerse en los Grammys debido, posiblemente, a alguna copa de más) como privados, en peleas y escenas subidas de tono. Una caída en picado acelerada además por sus últimos fracasos discográficos, Bionic y Lotus, que la han hundido aún más.
Lindsay Lohan
Con tan solo 3 años ya participaba en campañas de publicidad. Con 11 debutaría como actriz de la mano de Disney con la película Tú a Londres y yo a California. Otra chica Disney que ha sido más noticia por sus excesos que por su carrera como actriz.
Siendo menor de edad aún, Lindsay ya asistía a reuniones de alcohólicos anónimos y consumía drogas. Su vida, durante los últimos años, ha consistido en pasearse por clínicas de desintoxicación, juzgados y cárceles. Ha sido acusada varias veces por conducir borracha, poseer drogas e incluso robar en alguna joyería. Su salvaje carácter le ha hecho saltarse hasta la libertad condicional. Ahora, con 27 años, y tras salir de su última clínica, regresa con un polémico reality, producido por Oprah Winfrey, donde conoceremos a la verdadera exchica Disney.
Miley Cirus
Si hay una exchica Disney a la que se conoce más por los espectáculos que monta que por su talento, esa es la polémica Miley Cirus. Poco queda de aquella niña conocida por su papel en Hannah Montana. Su salida del mundo de Disney la ha llevado a posar desnuda en revistas y a hablar sin ningún pudor sobre las drogas que consume. A sus 21 años quiere dejar atrás su pasado tierno de Disney con el que no se siente identificada. Miley ha declarado: “Me gusta ser asociada con la sexualidad y con ese estilo punk rock en el que no nos importa nada”.
La polémica Miley monta siempre su propio show, incluso en los actos a los que acude como asistente, como hace poco en un concierto de Britney Spears en Las Vegas donde sorprendió a todos besando a una de las bailarinas. No contenta con eso, su última gira no ha dejado callado a nadie. Le han llovido las críticas debido al espectáculo pornográfico que ofrece sobre el escenario, donde entre otras tiernas coreografías la exchica Disney simula practicarle sexo oral a un bailarín disfrazado de Bill Clinton.
Ellas no son las únicas, nombres como Justin Timberlake, Joe Jonas (Los Jonas Brothers), Demi Lovato, Zac Efron o Vanessa Hudgens han terminado también siendo víctimas de lo que un día fue para ellos la fábrica de sus sueños.