Cristiano Ronaldo ya es un madrileño más: el futbolista del Real Madrid sabe que, como dice la canción, ‘aquí no hay playa’, y que al llegar agosto hay que agudizar el ingenio para refrescarse un poco. Por eso se ha ido hasta el pantano de San Juan, un embalse ubicado en el extremo sur de la Sierra oeste madrileña que se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los habitantes de la capital para, a falta de auténticas playas, darse un chapuzón.
No ha ido solo: el astro portugués ha disfrutado de un día familiar en compañía de su hijo, Cristiano Ronaldo Junior, y de su buen amigo, el también portugués Ricardo Regufe. Los tres se han embarcado en uno de los pequeños yates que hay en el pantano y han surcado las aguas del “lago”, como Cristiano lo ha definido.
Poco antes de embarcarse, Cristiano subió una foto suya en la orilla del embalse y una vez a bordo volvió a compartir su alegría con sus seguidores subiendo un vídeo a Internet deseándoles un feliz domingo. A pesar de que sus molestias en la espalda le han impedido participar con normalidad en los compromisos deportivos de su club, el futbolista sabe de quién rodearse para no perder la sonrisa.
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