Bertín Osborne ha vivido “todo tipo de momentos” en su vida con la prensa del corazón. De hecho, después de recordar en rueda de prensa que, allá por 1989, le ahorró a tu tío Javier (Y a ¡Hola!) hasta 8 millones de las antiguas pesetas por una exclusiva -con encerrona incluida- de la que Brigitte Nielsen le iba a hacer partícipe en Miami, nos ha confesado que “desde hace bastantes años mi relación es fantástica. Nos conocemos todos y sabemos de qué pie cojeamos y hay que mantener el respeto los unos con los otros”.
Sin embargo, el cantante y presentador no lee la prensa del corazón: “No me gusta nada verme, alguna vez voy a casa y me encuentro alguna revista porque las haya llevado alguna hermana o hija mía, pero no me interesa nada y ya no conozco a ninguno de los personajes que aparecen”.
“Los nuevos personajes de corazón salen de programas que no veo
Aunque hace unos días Jorge Javier Vázquez confesaba en otra rueda de prensa que era fan de Bertín y de su programa, esto tampoco es recíproco. “Los nuevos personajes del corazón salen de programas de televisión que tampoco veo. Solo escucho la radio, veo el fútbol y alguna serie. Mi programa lo veo por la curiosidad de ver cómo se ha editado en 1 hora y media encuentros con personajes que han sido de 4 o 5 horas”.
Hablando de su programa, lejos quedan las polémicas entre Mariló y Fabiola, que califica de “tontería”, y también el rifirrafe que tuvo hace unos días en el programa de radio de Gemma Nierga. Bertín prefiere centrarse en sus entrevistados. Esta semana le veremos con Pedro Sánchez y la semana que viene llegará a su casa Mariano Rajoy, “que sin lugar a dudas ha sido el que más me ha sorprendido. Yo pensé que iba a ser un aburrimiento de programa pero vais a conocer a un Mariano Rajoy que no conocéis. Vais a flipar con el programa”.
“¡Cómo comunicáis de mal! le dije a Rajoy”
De hecho, Osborne nos ha adelantado que le ha dicho a Rajoy que en el gobierno les falta comunicación: “¡Cómo comunicáis de mal!”, nos cuenta que le dijo, entre risas.
Confiesa, por otra parte, tener una espina clavada con el rey Juan Carlos. “Ya he llamado a Casa Real y él, que es muy amable, me respondió inmediatamente muy cariñoso, pero para decirme que no era buen momento, y sospecho que ese momento nunca va a llegar”, nos ha dicho. “Es una pena porque sería un programón”.
Y otra espina clavada es la de celebrar otra boda con Fabiola. “Lo haremos en cualquier momento, pero yo ya me había comprometido con ella en que lo haremos en un sitio nuevo cuando vendamos la finca de Sevilla, como por desgracia eso aún no ha pasado, no ha llegado ese momento”.
“¡Hola! ha comprado fotos mías para destruirlas y no perjudicarme”
De hecho, la venta de la finca “está atascada”, y es que desde que el presentador confesara hace unos meses sus deudas con Hacienda, “sigue” debiendo esa deuda y “todavía me queda un piquito” que pagar.
Pese a todo, no se siente incómodo con el programa ni se ha sentido así “en ningún momento”. Y sobre Preysler-Vargas Llosa, Bertín preferiría tener en su sillón a Vargas Llosa para “charlar con él y que me contara anécdotas de su vida”.
Otro punto ha sido el del famoso cajón de ¡Hola! Para guardar fotografías que nunca vean la luz. Aunque su tío Javier niega que exista este cajón, su sobrino Bertín sí lo confirma y desmiente a su tío. “Más de una vez y más de dos, soy consciente de que se han comprado fotos mías para destruirlas y no perjudicarme. Hoy ya no tienen importancia… En su momento podrían haberla tenido pero hoy en día da igual”, confiesa.
“Tenemos programas firmados hasta Semana Santa”
¿Lo mejor del 2015 para él? “Haber triplicado la facturación de mi empresa de alimentación y con probabilidad de duplicarla el que viene”. Además, “los beneficios personales van para la Fundación con fines solidarios, y espero que empiecen a ir más ya que hasta este año dábamos pérdidas”.
Sin embargo, el bolsillo de Bertín ha dado una vuelta y ahora parece que con su programa, sus deudas comienzan a solucionarse. “Tenemos programas firmados hasta Semana Santa, pero no hemos hecho más porque como sabéis ahora hay elecciones y la Televisión Española está supeditada al gobierno. Es una cuestión de prudencia”.
“La repercusión que está habiendo con este programa es insólita, no me había pasado en la vida”, concluye.