Si hay algo que nos fascina de las celebrities es su capacidad para reinventarse y acabar siendo más jóvenes a los cuarenta que a los veinte. Famosos que vencen al paso del tiempo y permanecen inmutables durante varias décadas, como si los únicos que envejeciéramos fuésemos nosotros. ¿Cirugía? Por supuesto. ¿Bótox y demás tratamientos? Claro. Pero eso no es suficiente. Seguro que si nosotros pudiésemos acceder a los mismos recursos no quedaríamos tan bien -de hecho, no son pocos los famosos que lo hacen y acaban peor de lo que estaban-. Aquí juega la genética y la disciplina, dos factores que no siempre aparecen juntos.
Estamos convencidos que se les ocurren muchos ejemplos de rostros populares que han conseguido burlar al envejecimiento pero ninguno tan evidente como el caso de Jennifer Lopez. La cantante sorprendió a todos en el último capítulo de la serie Shades of Blue, quitándose la ropa y dejando a la vista el mismo cuerpo que ya la hizo famosa cuando debutó en el cine. Lo sabemos, juzgar a una estrella únicamente por su aspecto físico no está bien, pero que conste que lo hacemos desde la pura envidia. ¿Cómo es posible que J.Lo. haya pasado de los 40 y prácticamente ni se le note? ¿Qué milagros ha obrado la diva latina para conseguirlo?
Si hacemos caso a las versiones oficiales, la cantante dice que no toma alcohol y no fuma, y además, nada de tostarse al sol que es malísimo para la piel. Entrena diariamente durante una hora, combinando treinta minutos de ejercicio cardiovascular y treinta minutos de tonificación, con una entrenadora personal de esas que se rifan los famosos. Y para evitar engordar, sigue una dieta vegana basada en verduras, semillas y frutas. Claro que, con todo esto, como para no tener un cuerpo de infarto... Ahora, ¿no están hartos de los famosos que dicen no hacer nada especial para mantenerse? ¿Acaso somos nosotros los únicos que sufrimos los malditos michelines?
La dictadura de la imagen que Hollywood ejerce sobre sus estrellas hace que cualquiera que pretenda continuar trabajando, sobre todo si es mujer, tenga la obligación de ser joven, delgada y voluptuosa eternamente. No valen medias tintas, ni operaciones estéticas que se noten demasiado -sí, queremos juventud pero, encima, que parezca espontánea-, ni cambios de rol inesperados. ¿Qué diríamos de Jennifer si, de momento, ya no quisiese ser sexy? No es difícil imaginar decenas de artículos analizando los motivos de la transformación y rememorando su trayectoria como sex symbol. Así de cruel es la industria, y así de crueles somos también nosotros.
Mientras tanto, J.Lo. sigue siendo la más comentada en las alfombras rojas, la más deseada entre las latinas, la firme competidora de Kim Kardashian en cuanto a traseros se refiere y la única capaz de seguir levantando las mismas pasiones después de veinte años. ¡Si ya ni Angelina Jolie puede mantener el ritmo! Para que luego alguien dude de su categoría de diva... Eso sí, algún día descubriremos su misteriosa fuente de la juventud. O no. Hablando de estrellas, todo puede ocurrir.
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