Cuando saltó la noticia de que Halle Berry iba a virar su carrera hacia el diseño de moda lanzando una colección de ropa interior no nos pareció nada extraño. ¿Qué famosa no tiene actualmente su propia marca para rentabilizar al máximo su popularidad? La sorpresa ha llegado ahora, cuando hemos conocido los puntos de venta de esta nueva aventura empresarial. Nada de franquicias repletas de modernidad, ni de exclusivas tiendas de las zonas más caras de las ciudades. Halle Berry venderá su lencería en Carrefour. Sí, entre yogures y repostería industrial. Allí estarán los diseños que ha gestado la actriz entre película y película. ¿Qué les parece esta novedad?
Acercar los reclamos de celebrities a los ciudadanos de a pie siempre funciona. Los modelos David Gandy y Rosie Huntington-Whiteley crearon sus respectivas líneas de lencería junto a los grandes almacenes Marks & Spencer y fueron tal éxito que casi agotan las existencias. Aunque, claro, dentro de las grandes superficies siempre han existido categorías. No es lo mismo apostar por los comercios de alta gama -algo tremendamente discutible en España- que lanzarse al 'low cost' con los brazos abiertos. ¿Será consciente Halle Berry del entorno en el que se van a vender sus productos? ¿Es una maniobra de la empresa para darle caché a sus supermercados? ¿O es que los tejidos son de tan poca calidad que no soportarían la comparación con nada más? Demasiadas preguntas sin respuesta.
Aun así, la actriz no es la primera que apuesta por dejar las altas esferas y poner los pies en la tierra. ¿No se sorprendieron la primera vez que vieron a Anne Igartiburu anunciando cremas hidratantes de venta en Lidl? Lejos de fichar por una marca de cosmética exclusiva, la presentadora prefirió prestar su rostro a la marca alemana para promocionar la venta de su crema antiarrugas, la misma que algunos estudios sitúan como la mejor del mercado y que ha generado tanta polémica. No hay mejor declaración de intenciones. Nos negamos a pensar que Anne no tuviese más ofertas encima de la mesa, pero la presentadora seguro que tenía claro dónde debía situar su influencia mediática. ¡A ver si es que los supermercados van a estar de moda y todavía no lo sabemos!
Hasta ahora estábamos acostumbrados a ver los rostros de las celebrities en nuestra tienda de confianza gracias a la sección de perfumes. David Bisbal, Bustamante o Antonio Banderas llenan los estantes de los supermercados esperando que algún incauto compre su pack de promoción con gel de ducha y crema hidratante. Un negocio, el de las fragancias de los famosos, que ha conseguido saturar el mercado y dejar las ventas de estos productos por los suelos -ni siquiera nombres como Beyoncé o Rihanna han podido sacar rendimiento a sus últimos lanzamientos-. ¿De verdad un supermercado es el mejor sitio para darle cierto caché a tu producto? ¿Alguien regala una colonia adquirida junto a un kilo de tomates y papel higiénico?
Si los famosos quieren lanzarse al 'low cost' deberían, al menos, aprender de las hermanas Cruz. ¿Qué les costaría firmar un contrato con cualquiera de las franquicias y cadenas que más facturan en el mundo? Penélope y Mónica lo hicieron con Mango, pero las posibilidades son infinitas. Sí, la calidad no es mejor y los precios pueden llegar a ser abusivos pese a su economía, pero hay que tener cierta visión de negocio. Aunque, claro, lo que le importará a Halle Berry dónde se vendan sus productos en España... ¡Si seguro que no sabe ni situarnos en el mapa!
