Zaldívar ha abandonado sonriente y con gafas de sol la cárcel a las 10.40 horas, ha saludado con los dos brazos en alto, se ha hecho la señal de la cruz, se ha abrazado a sus dos hijas, ha besado a su novio y únicamente ha declarado estar "muy bien" antes de introducirse en el vehículo en el que se ha marchado.
Su abogado, Francisco Miranda, que también la esperaba a la salida, ha asegurado previamente a los periodistas que ella estaba muy contenta y que espera que su próximo permiso lo disfrute en Navidad.
El juez de Vigilancia Penitenciaria estimó la queja presentada el pasado 5 de agosto por el letrado de Maite Zaldívar tras la denegación del permiso el 29 de julio por parte de la Junta de Tratamiento de la prisión y revocó esa decisión.
Zaldívar fue juzgada en un procedimiento en el que también fue condenada la tonadillera Isabel Pantoja a dos años de prisión; Julián Muñoz, el hermano de Maite -Jesús- y tres personas más.
La exmujer de Muñoz ingresó en prisión el 27 de octubre de 2014
El auto judicial que ha concedido este permiso recordó en su día que algunos requisitos para otorgarlo eran que el interno haya cumplido la cuarta parte de su condena y que no se haya observado mala conducta.
En este caso, Maite Zaldívar ha cumplido un cuarto de su condena, está clasificada en segundo grado de tratamiento penitenciario "y no se observa mala conducta, al contrario", precisaba la resolución.
También resaltaba la actitud de Zaldívar de "plena adaptación e integración modular con internas e institución", que "reconoce los hechos cometidos y sus consecuencias", y que la posibilidad de reincidir en estos delitos o de cometer alguno nuevo "es muy improbable".
Durante el juicio, la defensa de Zaldívar admitió que creó sociedades y movió dinero del exalcalde de Marbella a Suiza, pero sin conocer su procedencia ilícita.
También reconoció que, tras el divorcio, intentó poner a salvo de Muñoz el dinero que quedaba en casa y que fue su hermano, Jesús Zaldívar, quien le quiso ayudar para que tuviese algo, pero que éste no se quedó con nada.
Isabel Pantoja, ingresada en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaira (Sevilla), ya disfrutó de tres permisos después de que entrara en la prisión el 21 de noviembre del 2014 para cumplir su pena de dos años por blanqueo de capitales.