Hace un par de días, en plena celebración del Mundial de fútbol femenino, saltaba el último escándalo protagonizado por la portera de la selección estadounidense, la mediática Hope Solo. Los hechos, eso sí, ocurrieron hace casi veinte años, cuando ésta todavía frecuentaba el instituto. Solo fue condenada a mantenerse a 100 metros de otra estudiante a la que había agredido después de más de un año de acoso. La ahora jugadora propició una paliza a la víctima, golpeándola en la cara en repetidas ocasiones y gritando que la odiaba. Un acto que, por sí mismo, ya da una idea del carácter de la deportista, pero que unido a las numerosas polémicas en las que se ha visto envuelta genera una inquietante preocupación.
Una leyenda que crece cada día
La leyenda de Hope Solo crece cada día y en todos los sentidos -buenos y malos-. La carrera profesional de la deportista es prácticamente meteórica. Sus logros al frente de la selección de fútbol son indiscutibles, así como su pericia a la hora de parar el balón -acumula dos medallas olímpicas en su haber-. Aunque hay que ser fieles a la verdad. Nadie repararía en ella, nadie le dedicaría páginas y páginas si no fuese por su atractivo físico. Fútbol y mujeres guapas, la combinación perfecta para atraer toda la atención posible. Solo podría haberse abierto paso en el mundo de la moda -aunque prefirió el deporte- y eso no pasa desapercibido para nadie. Si, además, le unimos una infancia conflictiva, una juventud rebelde, un buen puñado de escándalos y un matrimonio controvertido, tenemos todo lo necesario para crear un mito, una leyenda.
Hija de un excombatiente de Vietnam, Solo vivó una infancia complicada al lado de una madre con problemas con el alcohol -cuenta ella misma que fue concebida en prisión-. A los seis años, fue secuestrada por su padre con la excusa de llevarles, a ella y a su hermano, a ver un partido de baseball, aunque acabaron pasando varios días en un hotel de Seattle, hasta que la policía les localizó en un banco y detuvo al padre. No fue hasta que la jugadora comenzó en la Universidad cuando se reencontró con su padre, al que, pese a todo, siempre ha situado como el promotor de su afición al fútbol. No obstante, esta infancia complicada acabó generando una juventud no menos polémica.
Su conflicto más sonado fue con su hemanastra y su sobrino
El carácter conflictivo de la deportista le ha generado más de un enfrentamiento con compañeras, entrenadores e incluso con la federación de fútbol, que ha llegado a sancionarla y suspenderla durante 30 días a principio de este año. Aunque su conflicto más sonado fue con su hemanastra y su sobrino. Solo fue acusada de agredirles en una celebración familiar, posiblemente bajo los efectos del alcohol. La defensa de la jugadora alegó que fue una reacción a una agresión por parte de su sobrino y el juez acabó desestimando los cargos por falta de cooperación de los demandantes. Aun así, estos decidieron recurrir la decisión y deberán volver a comparecer después de verano. Una cita más para la complicada vida de Hope Solo.
Pero no crean que con esto ha sido suficiente. Tampoco se ha salvado su matrimonio con el exjugador de fútbol americano Jerramy Stevens. Justo antes de casarse, Stevens fue detenido por agredir a la que iba a ser su esposa, aunque ésta prefirió no presentar cargos y continuar con la celebración de la ceremonia con normalidad -el juez archivó la causa por falta de pruebas-. Nada nuevo, por otra parte, para el exjugador, que lleva desde los 19 teniendo problemas con la justicia. Ha sido acusado de violación, de posesión de drogas, escándalo público, agresión y numerosos problemas por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, en alguna ocasión acompañado de la propia Hope. Una compañía de lo más beneficiosa para la jugadora.
Con todo, la imagen polémica de Solo no ha sido obstáculo para que haya ejercido de imagen de diversas marcas -entre las que destaca Nike-, ni para convertirse en uno de los principales reclamos del tradicional número dedicado al cuerpo de la revista ESPN, en el que siempre aparecen diversos deportistas completamente desnudos. Un paso más en la creación de la mayor leyenda del fútbol femenino actual. Y es que, llamándose Hope Solo, no podía ser de otra forma...