Que a la reina Letizia no le convence demasiado eso de pasar el verano en Mallorca de regata en regata es algo de sobra conocido… tanto, como que le encanta hacer planes secretos, escabullirse y confundirse entre la gente de la calle. Por eso no ha sorprendido su escapada con las niñas pero sin el rey… aunque lo que quizás ella no esperaba es tener que jugar al ‘ratón y el gato’ con los medios para mantenerse alejada de los teleobjetivos.
Letizia llegaba a Estambul el pasado sábado a bordo de un vuelo regular de Turkish Airlines en compañía de sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, pocas horas después de haber cumplido con el protocolo oficial posando con su marido y las niñas en el Club Náutico de Palma. De este modo, la reina comenzaba sus vacaciones secretas en compañía de las pequeñas pero sin el rey, cuyos compromisos le han retenido durante más tiempo en Baleares y que tampoco puede volar en el mismo avión que Leonor por motivos de seguridad.
A pesar de tratar de pasar desapercibida, la privacidad tan ansiada por Letizia no fue posible. La presencia de la reina de España y la heredera al trono fue motivo para que las mismas autoridades turcas que se encargaron de su seguridad durante el viaje desplegaran una protocolaria bandera rojigualda en la pista del aeropuerto, lo que rápidamente alertó a los reporteros de la agencia de noticias Dogan destacados en el aeródromo.
Una vez roto el secreto, el viaje hasta el país euroasiático no se ha alargado demasiado. Según Abc, la reina dejó Estambul el domingo por la noche, ciudad que vivió este lunes un atentado contra una comisaría que se saldó con tres víctimas mortales, y se encuentra en Italia, de acuerdo con El Economista, aunque no hay confirmación sobre la presencia de Leonor, Sofía o Felipe con ella. Hasta finales de agosto no tienen que regresar a Mallorca, por lo que tendrán tiempo para seguir saltando de país en país durante unas semanas más.
