¿Se imaginan tener la oportunidad de narrar toda la experiencia que han acumulado durante su vida profesional a cambio de un módico precio? Pues si son ustedes famosos, no es necesario que tiren de imaginación, pueden hacerlo realidad en un abrir y cerrar de ojos. Hasta hace relativamente poco eran los profesores y maestros los encargados de transmitir la sabiduría a los no iniciados, por aquello de la formación docente, las dotes de oratoria y la mano izquierda perfeccionada tras muchos años delante de centenares de alumnos, pero esto ya ha terminado. Ahora tenemos la figura de la master class, un encuentro en el que un experto en una determinada materia imparte sus conocimientos a todo aquel que quiera escucharlos. Y no crean que se necesita mucha experiencia.
Este tipo de clases magistrales están pensadas para que alguien que no se dedica profesionalmente a la docencia pueda transmitir sus conocimientos de forma clara y sencilla durante un espacio de tiempo acotado y determinado. Profesionales del arte, la cultura o la cocina que explican sus técnicas a todo aquel que quiera escucharlas y aprender de ellas. Un complemento perfecto para la formación individual de cada uno. Pero, claro, como en todo, cuanta mayor sea la popularidad del docente, más fácil será cubrir las plazas ofertadas. Y aquí es donde llegan los famosos. ¿Les gustaría asistir a una clase sobre gastronomía centrada, por ejemplo, en los productos típicos de Ávila? ¿Y si les decimos que el profesor será el popular Alberto Chicote? ¿Verdad que ahora tienen más ganas? Pues así todo.
Las master class están en pleno auge
La burbuja de las master class está en pleno auge. Si disponen de tiempo y dinero, pueden asistir a un charla sobre marca personal impartida por Risto Mejide en la Universidad Miguel Hernández -en la que se asegura que desvelará el secreto del éxito mediático a través del manejo del marketing y la publicidad-, una sobre éxito, adicciones y superación personal a cargo de Pedro García Aguado, el coach del programa Hermano mayor, también en la misma Universidad, o una sobre el arte de la improvisación de manos, ni más ni menos, que de Farruquito. Y si les quedan ganas en el cuerpo, se ponen el chándal y acuden a una master class organizada por Rafa Méndez, al que recordarán de programas como Fama, ¡a bailar!, donde les enseñará coreografías de diversas disciplinas durante dos horas.
La última en apuntarse a la moda de la docencia ha sido la cantante Soraya Arnelas. Auspiciada por la revista Pasarela de asfalto, la representante de España en Eurovisión -y ex triunfita- ofrecerá todos sus trucos de maquillaje, peluquería, posticería -el arte de ponerse un postizo, suponemos-, moda y estilismo para poder subir a un escenario y brillar como una diva. Y todo por 75 euros y con un diploma acreditativo firmado por la propia cantante. Un chollo si tenemos en cuenta que podemos terminar haciéndole la competencia a Beyoncé. ¿Conseguirá repetir el éxito de su predecesora en estas lindes? Carmen Lomana fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a estas master class organizadas por la revista y dejó el listón bien alto. Por 100 euros los asistentes pudieron aprender todas las enseñanzas sobre estilismo de la socialité más televisiva del momento.
No siempre son sinónimo éxito
No obstante, no todas las iniciativas han sido un éxito de público. El it-boy Pelayo Díaz quiso rentabilizar su tirón mediático en las redes sociales a través de una master class de tres días de duración en la que estaba dispuesto a transmitir todos sus conocimientos sobre el mundo virtual, los bloggers influyentes, la forma de conseguir un selfie adecuado y como relacionarse con las marcas y firmas de moda. Todo por 1.500 euros por asistente. Y sí, como pueden suponer al ver el precio del evento, fueron muy pocos los interesados en inscribirse. Ni su relación actual con el diseñador Nicolas Ghesquière, director creativo de Louis Vuitton, despertó el morbo suficiente para que sus seguidores desembolsasen semejante cantidad. Al final tuvo que quedarse con las ganas y dejar el proyecto para más adelante.
Como todo, confiamos en que esta burbuja explote en algún momento y volvamos a darle a las clases magistrales su sentido originario. Y no sientan pena por los pobres famosos, que se quedarán sin una de sus fuentes de ingresos. Las celebrities están genéticamente programas para caer siempre de pie. ¡Hasta en eso tiene suerte!