No es la primera vez que Mickey Rourke visita Moscú, pero esta vez lo hace para entrenar de cara a un combate de boxeo que tendrá lugar este viernes. Las fotografías que lo acreditan nos han dejado –favorablemente- perplejos. El actor de 62 años luce un torso definido y unas piernas tonificadas con la piel bastante tersa. Parece que le han desenroscado la cabeza y se la han pegado en un cuerpo mucho más joven.
Aunque existe una diferencia de edad acusada con su oponente -éste tiene 29 años-, no todo es relajarse y confiar en el dinamismo de la juventud. Elliott Seymour, que así se llama el contrincante, ha perdido nueve de las diez peleas profesionales en las que ha participado, mientras que Rourke ha ganado seis de las ocho peleas previas (teniendo en cuenta que el de este viernes será su noveno combate profesional).
Mickey Rourke ha perdido 15 kilos para el combate de este viernes.
Parece ser que el Globo de Oro que obtuvo con El luchador no es lo único que el actor se ha propuesto ganar. Ha estado compaginando su carrera en la gran pantalla con entrenamientos desde principios de la década de los 90. Y parece que realmente se lo ha tomado en serio ya que, como él mismo declara, ha cambiado su actitud de cara a la preparación de un combate y no habrá más fiestas hasta altas horas antes. Además, ha perdido quince kilos.
La conexión de Mickey Rourke con Rusia
Como si de una especie de Sr. Miyagi occidental –y buenorro, todo sea dicho- se tratara, Mickey desplegó toda su sabiduría y apuntó que “cuando eres mayor no puedes ser agresivo, tienes que aprender a usar la defensa y luchar con tu cabeza”.
El actor quiere adoptar un perro ruso y llevárselo a América.
Además de la cabeza, usó sus palabras para hacer pública su conexión con Rusia y el feeling que siente hacia su líder. Esta confesión la realizó durante una visita al centro comercial GUM, donde compró ropa y accesorios con la imagen del presidente ruso Vladimir Putin: “De hecho, he conocido a Putin y he tenido una buena sensación. Me ha caído bien, nos llevamos muy bien y me parece buen tipo", ha afirmado en declaraciones recogidas por Russia Today.
Pero que no os engañen sus músculos y esa imagen de tipo duro que proyecta. En el fondo, su corazoncito es blando. El actor neoyorquino ha expresado su deseo de ir a un refugio de perros tras la pelea y si encuentra el adecuado, llevarse ‘un amigo de cuatro patas’ en su vuelta a América.