Bertín Osborne: “Me gustaría invitar a Letizia a mi casa”
A Bertín Osborne le encantaría recibir a la reina Letizia en su programa En la tuya o en la mía. Sí, él también lo ve difícil, pero que no sea por pedir. Ahora, lo que de verdad le gustaría es que se pasara el rey Juan Carlos. Campechano versus campechano. Imaginen lo que podría ser aquello. Los dos venga el chiste, venga la broma machista, venga la comida buena. El paraíso de los vividores. Estamos convencidos que sería el éxito de audiencia de la temporada y que la dañada imagen del rey emérito saldría reforzada. Igual la Casa real debería empezar a plantearse estas cosas. Aunque, bueno, viendo lo poco que les ha funcionado a los políticos, tampoco es para tirar cohetes (Diez Minutos).
Eugenia Silva: “Los hombres nos gustan demasiado y nos torean”
El discurso de Eugenia Silva es más que curioso. La modelo habla de igualdad, de la presión de las mujeres con la edad, de la necesidad de potenciar la educación, pero luego no presta demasiada atención a que el elevado sueldo de las mujeres en la moda, comparado con el de los hombres, no es más que una consecuencia de la sociedad actual y su construcción. Se queja, además, la modelo de que el uso de phostoshop no debería utilizarse para desvirtuar el físico de las mujeres -por el caso Inma Cuesta, ya saben-, pero ni una palabra de sus muchas décadas dedicada a la misma industria que ha potenciado todo este abuso. Ay, Eugenia, qué complicado es mantener un discurso coherente... (Diez Minutos).
Raquel Bollo celebra la Navidad con sus hijos: “Los tres son tan especiales para mí”
Raquel Bollo no puede parar de posar en revistas. ¿Cuántas veces hemos visto su casa en las últimas semanas? Demasiadas, ya se lo digo yo. Ahora, como va a entrar en GH VIP -¡sorpresa!-, ha aprovechado para hacerse unas fotos con sus hijos y un vestido que parece hecho con el plástico que ponen las madres para no manchar la mesa buena del comedor. Raquel ha adelgazado quitándose las pastas y las legumbres. Esa es toda la información vital que nos tiene que ofrecer la colaboradora. Eso y que en la alfombra se han olvidado de quitar la etiqueta. ¿Querrá devolverla después de la sesión? ¡Menuda está hecha la Bollo! (Semana).
Mila Ximénez: “Soy muy peligrosa conmigo misma”
De Sálvame a Sálvame, así vamos todo el día. Si Raquel Bollo ofrece una entrevista tan superficial como aburrida, Mila Ximénez aprovecha el momento para abrirse en canal. No es que lo que cuente sea nuevo, pero sí se moja sin problema. Ya sea sobre Rosa Benito -a la que odia-, sobre Makoke -a la que odia también- o sobre su tiempo más oscuro cuando tuvo que dejar de ver a su hija. Mila es así. Se lanza al vacío y le da igual lo que digan. O al menos, no lo piensa mientras lo hace. La colaboradora aclara que sí pensó que estaba despedida del programa, pero que luego todos se portaron muy bien con ella. Ay, Mila, esos prontos van a acabar contigo algún día... Y sin tener a Toño detrás ni nada (Lecturas).
Cristina Pedroche, doce vestidos, doce campanadas
A la Pedroche se le ha ido la mano con lo de la Nochevieja. Si hasta hace pocos, todos estábamos pendientes de que alguno de los presentadores se equivocara en las campanadas y provocara, de nuevo, un cataclismo, ahora todo se centra en Cristina Pedroche. Bueno, en el vestido que llevará para la ocasión. Si el año pasado dejó las bragas al aire, éste ya le toca ir desnuda. Así es España. En los 80 se quedó alucinada por el pezón saltarín de Sabrina Salerno y en 2015 por unas bragas debajo de transparencias. ¿Ven? Si es que vamos al revés. Dentro de poco llegaremos a la transición. Bueno, en alguna revista parece que viven instalados en el franquismo... (Hola).
¡Qué tiempo tan navideño!
Las Navidades no se presentan demasiado bien para nuestra Terelu. Compuesta y sin novio, va a tener que ver como su madre vive la vida con Bigote Arrocet mientras ella echa de menos a José Valenciano. Y por si le faltaba algo, se ha quedado sin representante. Porque Terelu no será capaz de seguir con Toño después de lo que le ha hecho a Belén Esteban, ¿no? Eso no sería de una compañera concienciada. Si necesita que alguien le eche una mano con sus asuntos, aquí estamos nosotros. Nos conformamos con el 10% y si quiere, sacaremos la cara para que le hagan una buena oferta para Supervivientes. Es el concurso ideal. Ganas dinero, pierdes kilos y vuelves moreno. Terelu, ¿lo has pensado bien?
Cristina Tárrega es una loca de la vida
Así comienza Jorge Javier su diario de esta semana. Sí, con Cristina Tárrega, que se dice pronto. Nuestro muso visitó el programa de la valenciana y salió peor que si hubiese estado una semana en un coffee shop holandés. No nos digan que no dan ganas de ir. “Cristina Tárrega es una falla andante con balcones a la calle. Acuña frases que bien podrían ser utilizadas en Aída. Me confiesa que sus padres la riñen continuamente. No me extraña. Yo también lo haría. Pero, luego, es tan lianta que acabaría invitándola a horchata con fartons. Entre las múltiples perlas que me suelta antes de la entrevista está que su perro Bruno se hace caca todas las mañanas delante de la casa de Esther Koplowitz hija. Se me olvidó preguntarle si era por costumbre o pensaba que había algo de mala leche”. Ojalá Bruno acabara conociendo a Pecas, el perro de Esperanza Aguirre. Eso sí sería una coalición y no las que están intentando montar en el Congreso de los Diputados (Lecturas).