Doherty, de 44 años, ya se encuentra bajo tratamiento y aseguró que continúa "comiendo bien", haciendo ejercicio y manteniendo una actitud "positiva" respecto a su vida. La intérprete de "Embrujadas llevó a los tribunales a la empresa Tanner, Mainstain, Glynn & Johnson por considerar que obvió pagar su seguro médico del sindicato de actores SAG en 2014, por lo que se quedó sin cobertura sanitaria hasta 2015, un intervalo de tiempo en el que dejó de hacer rutinarias visitas a los médicos.
En marzo de 2015, según indicó TMZ, Doherty regresó al doctor y descubrió que tenía un tumor de pecho en al menos un ganglio linfático. Los especialistas le informaron de que el cáncer se expandió en 2014 y ella considera que de haber estado asegurada habría detectado la enfermedad antes.
Según la documentación judicial, la artista explica que dado el desarrollo del cáncer que padece tendrá que tomar medidas que pueden incluir la quimioterapia y la mastectomía. Doherty rompió relaciones con sus gestores de negocios en 2014.
Desde la gestoría aseguraron estar "apenados" por el sufrimiento de la actriz aunque califican de "falso" que la compañía sea la causa de que Doherty no estuviera asegurada, no visitara al médico o que contribuyera de alguna forma a su cáncer. La empresa dijo que se defenderá "agresivamente" de la denuncia en los tribunales.