La pareja formada por la actriz Helena Bonham Carter y el cineasta Tim Burton ha llegado a su fin tras trece largos años de relación, según ha publicado la revista People. Paradójicamente y, a pesar de no tener pinta ninguno de los dos de tener miedo a nada, la cifra más temida por los supersticiosos no les ha traído nada bueno.
Aunque Burton nunca llegó a disfrutar de ver a Helena ataviada como su auténtica ‘novia cadáver’ -ya que no llegaron a casarse-, la ruptura se ha alejado de la oscuridad y se ha producido de forma amistosa. El representante de Bonham Carter así ha informado a People: “Se han separado a principios de este año y continúan siendo amigos”. Por mucho que ambos sean de actos y vestimentas estrafalarias, tienen claro que ante todo quieren mantener su privacidad, pero sobre todo la de sus dos hijos, el niño, Billy (11 años) y la niña, Nell (7 años). El manager de Bonham Carter lo hacía patente con estas palabras: “Pedimos respeto por su privacidad y la de sus hijos durante este tiempo”.
Eran una de las parejas más asentadas -y raras- de Hollywood
La intérprete, de 48 años, y el director, de 56, se conocieron en 2001 durante el rodaje del film de El planeta de los simios. Fue ahí, como si del Doctor Cornelius y la Doctora Zira se tratase, donde se enamoraron. Además, han coincidido juntos en cuatro rodajes más, como en Alicia en el País de las Maravillas o en Sombras tenebrosas.
Ahora, Burton ha estrenado Big Eyes y sin embargo no la protagoniza su, anteriormente querida, Helena Bonham Carter. El papel principal quedó reservado para Amy Adams (El hombre de acero). Por su parte, Carter está a la espera de estrenar cuatro películas, una de ellas junto a Meryl Streep.
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La pareja vivía en apartamentos separados en Londres pero interconectados, así que sólo será cuestión de poner un tabique en el principio y el final de la unión entre ambas estancias. ¿Seguirán pidiéndose sal o, acorde a su gusto por lo oscuro, pimienta quizá?