Todo lo que toca Jennifer Lawrence se convierte en oro. En los últimos días hemos asistido a la presentación de su figura de cera en el Madams Tussauds -caracterizada, eso sí, como su personaje en la saga de Los juegos del hambre-, hemos oído unas declaraciones en las que la actriz se pregunta por qué la gente se pone nerviosa cuando ella está presente y, por si no tenía suficiente, también se ha convertido en cantante -interpreta una canción en la banda sonora de la última entrega de Los juegos del hambre-.
¿Hay algo que no pueda hacer Jennifer Lawrence? En un panorama repleto de estrellas, clásicas y emergentes, la actriz se ha consagrado como la nueva novia de América, la nueva reina de la taquilla, la nueva promesa de Hollywood -y llevamos ya...-. Pero ¿qué la ha llevado hasta aquí?
El mejor año en lo profesional, pero no en lo personal
El punto de inflexión en la carrera meteórica de la actriz lo marca, sin duda, la ceremonia de los Oscars de este año. Lawrence no sólo repitió nominación tras el premio conseguido el año pasado, sino que acabó colándose en casi todas las fotos que se filtraron de la gala, ya sea como miembro del selfie más retuiteado de la historia o haciendo el mono detrás de algunos de sus compañeros de profesión -que seguro que pusieron buena cara en público, pero a saber qué dirían en privado-. Pero es que además aprovechó, inconscientemente, para caerse -¡otra vez!- subiendo al escenario. Si es que podría haberse rebautizado la ceremonia como Los Oscars de Jennifer y recoger ella todos los premios posibles. ¿Entienden el amor que le profesan en Hollywood? A nosotros nos cuesta un poco también.
La actriz fue la principal perjudicada por la filtración masiva de fotografías íntimas, las cuales calificó como delito sexual.
Pero no todo ha sido tan agradable en la vida de la estrella. La actriz fue la principal perjudicada por la filtración masiva de fotografías íntimas de centenares de celebrities, la mayor parte femeninas -ni Kim Kardashian pudo quitarle el protagonismo-. Tanto fue así que Lawrence acabó concediendo una entrevista semanas después para mostrar su repulsa ante el acto, calificarlo como delito sexual y decirles a todos los que hubiesen podido ver las fotos que ellos también forman parte de la conducta delictiva. Y para dejar claro que ella se desnuda dónde y cuándo quiere, acompañó las declaraciones con una sesión de fotos de lo más sugerente. Pero si no tenía bastante con una filtración Lawrence también ha tenido que ver como el mundo descubría, gracias a al acceso a los datos de Sony, que cobraba menos que sus compañeros por el mero hecho de ser mujer. ¡Esto no se le hace a la mujer del año!
Éxito mediático asegurado y sin novio
Aun así, no crean que la pobre Jennifer no ha tenido tiempo para su vida entre tanto premio, tanta gala y tanta filtración. ¡Nada más lejos! La crónica social internacional se llevaba las manos a la cabeza ante la más que incipiente relación entre la actriz y el soltero de oro Chris Martin. Lawrence se disponía a ocupar el puesto de Gwyneth Paltrow en la vida del cantante y los haters -también los fans- empezaban a afilar sus uñas. Lástima que, al final, el romance no fue más allá. La actriz se cansó de ver a Martin rondando a su ex y le mandó a tomar viento fresco. “Está harta de que Martin juegue a las familias felices con Gwyneth”, declaró una fuente cercana a la actriz. ¿Y quién no lo estaría? Desde entonces, los rumores sobre posibles relaciones no paran de sonar, pero no parece que Jennifer esté muy por la labor de encontrar el amor. Normal, con esa agenda...
En 2015 Jennifer Lawrence protagonizará la entrega final de Los juegos del hambre
Ahora, si 2014 ha sido el mejor año para la actriz, no parece que la tendencia vaya a cambiar en 2015. Con la nueva entrega de Los juegos del hambre en el tintero y su participación en la próxima película de X-Men, Lawrence tiene el éxito mediático asegurado. Aunque nosotros, si fuésemos ella -que ya quisiéramos-, tendríamos claro lo que le pediríamos al nuevo año: ¡No más filtraciones! Vamos a dejarla descansar un poco y centrémonos en otras estrellas rutilantes. O en alguna de las Kardashian, que, al menos, están encantadas con la repercusión.
