Mientras los franceses quemaban las calles de París por la subida de dos años de la edad de jubilación, en España presentaban a presidente del Gobierno a un pobre hombre de 89 años que no se acordaba que estaba afiliado al Partido Comunista. Dos formas muy distintas de cuidar a la tercera edad. Ramón Tamames ha sido rebautizado en Twitter como Ramón Tamemes tras su moción fallida que ha servido para que Pedro Sánchez y Yolanda Sánchez inicien la campaña electoral mostrando una sintonía que ha molestado mucho a Pablo Iglesias.
El ex vicepresidente ha renunciado a que la coalición a la izquierda del PSOE lleve el nombre que querría, algo así como Unides Podemos-Equo-En Marea-Adolfo Suárez Madrid Barajas, pero quiere que SUMAR haga unas primarias para elegir candidatos. Es decir, le está diciendo a proyecto político ajeno a él, feminista e integrado por mujeres (Yolanda, Ada Colau, Mónica García, Mónica Oltra…) cómo tienen que hacer política. Un mansplaining de manual intolerable a estas alturas.
Pablo vive recluido en su búnker de Canal Red, lo que antes era La Base pero con un cambio de atrezzo. Por las noches se levanta sudado gritando ‘¡Periodistas!’ y tiene una pizarra como las que usan los detectives en las series policíacas con fotos de todos los que han comido con Ferreras. Básicamente lo que está pidiendo es que no se rompa con la marca anterior y que no se promocione en los platós de La Sexta, exactamente lo que hizo cuando sacó Podemos para enterrar a Izquierda Unida. Angry Pablo ha atacado también en Twitter a Elizabeth Duval, antigua colaboradora suya, por salir en Al Rojo Vivo. Está cabreado con todo el mundo. Es curioso que Pablo tardase tantos años en descubrir que Ferreras tenía tirria por la izquierda cuando lo anuncia hasta en el nombre de su programa, Al rojo vivo. Al final el espacio electoral a la izquierda del PSOE va a acudir a las elecciones fragmentado en cuatro o cinco partidos y va a pasar como en las elecciones andaluzas, que la gente pensaba que estaba votando al Frente Judaico Popular cuando lo estaba haciendo por el Frente Popular de Judea.
En Twitter se ha hablado esta semana de #RamónTamemes, de la #LeyTrans que está provocando lo que sus creadores dijeron que no iba a provocar y de las declaraciones de #MarioVaquerizo diciendo que antes había más libertad.
Y en los virales de la semana, una camarera estadounidense subió un tweet contando que unos españoles habían hecho una cuenta de 700€ en su restaurante y habían dejado sólo 70€ de propia, cuando lo correcto allí sería el doble, un 20%. El tweet ha desatado una ola de ultranacionalismo español con un elemento unificador: odiar las propinas.
