Llega la Navidad, esas fiestas en la que los occidentales celebran el nacimiento de Cristo haciendo todo lo que él predicaba: bebiendo alcohol, comprando compulsivamente, comiendo como sindicalistas y gastándose el sueldo en Lotería. Cada año además hay más tradiciones. A los madrileños les gusta hacer cola durante dos horas en Doña Manolita para comprar un décimo con las mismas probabilidades de tocar que cualquier otro y atascar las calles del centro hasta que tenga que intervenir el Ejército para restablecer la circulación. El alcalde de Vigo se ha empeñado en conseguir la tasa de epilepsia más alta del mundo y enciende el alumbrado de la ciudad como si fuese Nikola Tesla en la Expo de Chicago de 1893.
Algunas marcas se gastan todo el presupuesto publicitario en su anuncio Navideño, como Campofrío que este año recurre a la Inteligencia Artificial recordando que las IAs están muy bien pero todavía no te saben freír un huevo. Nos quedan al menos dos años para que vivamos en Terminator. En TVE sí le han preguntado a ChatGPT quién debe dar las campanadas este año y les han contestado que Ramón García, Jennifer Hermoso y Ana Mena. Dicho y hecho. Eso sí, le pides a una IA que te distinga entre Lola Índigo y Ana Mena y explotan los servidores en Sillicon Valley. A los tres presentadores de las uvas se les unirá también en una esquinita de la pantalla un intérprete a otras lenguas cooficiales para que en Tarragona entiendan cómo funcionan los cuartos.
Que ha sido el año de las IAs lo demuestra que ChatGPT lidera el ránking de lo más buscado en Google, seguido de Shakira, Rubiales e Israel, el eje del mal. De la Navidad se ha hablado esta semana en X, pero también del mayor alijo de cocaína incautado en España, 11 toneladas de cocaína que la policía ha expuesto en una terraza para grabar y fotografiar. Fumarte un cigarrito en una terraza te lo van a prohibir, pero 11 toneladas de cocaína no pasa nada. El doble rasero del Gobierno. Otro trending de la semana ha sido ese fenómeno extraño que los sociológos están investigando: por qué los jóvenes no están interesados en comprarse un coche o un piso o en tener hijos. Por qué prefieren un kebab en oferta que un menú en DiverXO. Un fenómeno paranormal que Twitter ya ha bautizado como el ‘sinunduring’, la nueva moda que arrasa entre los jóvenes.