Cómo cambia la cosa. Si en los años posteriores a la crisis de 2008 era España al borde de la quiebra la que pedía ayuda a Europa y Alemania, hoy son los alemanes los que piden auxilio por la crisis energética y se encuentran con una España renacida: primera potencia mundial en streamers, con Motomami petándolo y anfitriona de una cumbre de la OTAN. Algunos tuiteros han recordado el acrónimo PIGS (Portugal, Italy, Spain, Greece) con el que los países del norte calificaban despectivamente a los países ‘derrochadores’ del sur de Europa y piden no sea solidaria con ellos. Un error garrafal, los alemanes no tienen fama de arreglar sus problemas pacíficamente. Yo que creo en la solidaridad entre los pueblos, no lo dudaba un momento y mandaba al chef José Andrés a repartir tuppers de croquetas a Baviera.
Europa lleva años haciéndolo todo al revés. Primero se sanciona a sí misma intentando sancionar a Rusia, luego lucha contra el calentamiento global cuando el calentamiento es lo que te conviene si no vas a tener calefacción en invierno y va a haber cortes de luz frecuentes. Hay que quemar todo el carbón que se pueda e instalar una flota de patinetes diésel en las ciudades, a ver si se consigue subir un gradito de aquí a diciembre. De la Europa de la hormiga y de la cigarra se ha hablado esta semana en Twitter, la red que ya no quiere comprar Elon Musk. El magnate está de vacaciones en Grecia recibiendo ‘bodyshaming’ por unas fotos en bañador que se han hecho virales. Hace unas semanas, Musk subió un tweet mofándose de la barriga de Bill Gates y las redes son como los Lannister y los países PIGS: siempre se cobran sus deudas.
El trending topic nacional ha sido Rosalía, que está revolucionando la música en directo con su Motomami Tour. Ahora a los conciertos se va a grabar con el móvil música prebrabada mientras la artista graba videoclips en el escenario. Algo así imaginaría Mark Zuckerberg cuando pensó en el metaverso.
Dos temas más. A Ángel Martín se le ocurrió publicar un vídeo en el que se quejaba de la situación actual del país sin culpara a nadie ni citar al Gobierno y la ambigüedad del mensaje ha hecho que le tilden de falangista y extrema derecha y hay gente reivindicando a Rocío Jurado, la Motomami de los 90.
