Por este motivo, Tráfico pone en marcha durante esta semana (hasta el 15 de mayo) una nueva campaña de vigilancia, control y concienciación de los riesgos que supone la circulación en carreteras convencionales. Este tipo de campañas intensivas y planificadas en un periodo de tiempo concreto tienen como principal objetivo llamar la atención de los conductores sobre las peculiaridades que tienen este tipo de carreteras, al tiempo que concienciar a los distintos usuarios de la vía de la necesidad de tener un comportamiento correcto y seguro al volante.
Durante los siete días de campaña, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, comprobarán que se cumplen los límites de velocidad establecidos en las carreteras, que los adelantamientos se realizan de forma correcta, que se conduce sin la presencia de alcohol y/o drogas, que se hace uso del casco y de los sistemas de retención o que la documentación tanto del conductor como del vehículo es correcta, es decir, todos y cada uno de los comportamientos necesarios para llegar a conseguir el objetivo de 0 fallecidos. Además de la vigilancia a pie de carretera, también se realizará desde el aire con los helicópteros de los que dispone la DGT, incluidos los Pegasus.
Algunos de los motivos que llevan a la DGT a realizar periódicamente campañas intensivas en carreteras convencionales son datos como el que de las 1.688 personas fallecidas en accidente de tráfico en 2014, 957 lo fueron en un accidente que tuvo lugar en una carretera convencional con un solo carril en cada sentido. A estos 957 fallecidos hay que sumar los 3.813 heridos graves que resultaron heridos en accidente ocurridos en carreteras secundarias.
Las carreteras secundarias son menos seguras que las vías desdobladas ya que las intersecciones y las incorporaciones suelen estar al mismo nivel, los trazados de las carreteras son más antiguos, hay muchos tramos montañosos, es necesario invadir el sentido contrario al adelantar… situaciones todas ellas que aumentan el riesgo de accidente.
De los 24.367 accidentes con víctimas que tuvieron lugar en estas carreteras, 9.531 fueron salidas de la vía. De las 957 personas que fallecieron en carreteras convencionales, 348 lo fueron en accidentes cuyo vehículo se salió de la vía; 197 en colisiones frontales y 81 al ser atropellados.
El Ministerio de Fomento tiene computados más de 166.000 kilómetros de vías interurbanas, de los que más de 149.000 corresponden a carreteras convencionales. La tasa de fallecidos y la de heridos graves muestran una correlación con la antigüedad del vehículo. En el caso de que el accidente ocurra en carretera convencional, la antigüedad del vehículo resulta ser un factor más determinante para el grado de lesividad de las víctimas que en el resto de vías.
Más de 500 puntos negros, más de 1.300 tramos peligrosos
Con el objetivo de conocer los puntos donde se producen los accidentes y detectar sus causas para poder buscar y aplicar soluciones posibles, Tráfico elabora cada año una relación de tramos denominados puntos negros a partir de la información de los accidentes de tráfico con víctimas. En 2014, se detectaron 509 puntos negros en los que se produjeron 2.183 accidentes y en los que fallecieron 24 personas, un 2,5% del total de fallecidos.
También se han identificado los tramos de carreteras convencionales más peligrosos y en los que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil está intensificando la vigilancia con la idea de que los conductores los conozcan y extremen las medidas de precaución y cumplan las normas cuando circulen por ellos. La última actualización de los tramos peligrosos se realizó el pasado 29 de abril, donde se identificaron 1.331 tramos.