Renault sigue en su reto de mejorar la competitividad de sus fábricas, necesaria en la actual crisis económica y caída de las ventas de coches. Tras los ajustes en España de cara a la puesta en marcha del plan industrial 2014-2016, Francia sigue intentando encajar todas las piezas claves con sus sindicatos. En la última reunión, celebrada este miércoles, Renault pidio un aumento del tiempo de trabajo efectivo en un 6,5%, con el fin de llegar al régimen laboral de 35 horas semanales.
La quinta reunión entre empresa y sindicatos dentro del plan emprendido para reducir el diferencial de costes respecto a sus factorías en otros países europeos se cerró con esa propuesta con la que se busca igualmente igualar los tiempos de trabajo en sus fábricas galas.
El examen de los horarios de trabajo llevado a cabo en sus diferentes fábricas francesas, demostró que hay "grandes disparidades" entre los diferentes centros. Según indicó la dirección a los sindicatos CFDT, CFE-CGC, CGT y FO, esa igualación del tiempo de trabajo supondrá un ahorro de cerca de 65 millones de euros anuales.
La próxima reunión ha sido fijada para el 15 de enero, y según el director de operaciones de Renault en Francia, Gérard Leclerq, "solamente la obtención de un acuerdo global suficientemente ambicioso permitirá situar a los centros franceses en una posición favorable".
El ciclo de negociaciones sobre la mejora de la competitividad de sus plantas en el país se lanzó el pasado 31 de octubre y con él la empresa se dio un plazo de tres meses para intentar conseguir compromisos de las dos partes.