La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha dado a conocer un elaborado plan de Movilidad que presentará al nuevo Gobierno que salga de las elecciones del próximo domingo. Un trabajo realizado en el seno de la asociación sobre las necesidades y retos que supone la transición inteligente, ordenada y justa hacia la movilidad sostenible del futuro.
Con el presidente de Anfac a la cabeza, José Vicente de los Mozos, y el vicepresidente ejecutivo, Mario Armero, se ha destacado en la presentación de este ambicioso plan para el sector de la automoción que será un paso adelante de la industria de la automoción, una propuesta constructiva de cara a colaborar con las Administraciones nacional, autonómicas y municipales para diseñar una estrategia de movilidad uniforme, coherente y comprensible para el ciudadano que sirva para mejorar la eficiencia, sostenibilidad y seguridad del transporte por carretera.
La patronal del sector ha presentado este plan a las formaciones políticas y administraciones municipales y autonómicas, manteniendo encuentros y conversaciones para trasladar estas medidas a los responsables públicos. El plan surge de la necesidad de enfrentar la situación de incertidumbre que vive el consumidor y que está afectando al desarrollo del mercado, que lleva siete meses de caídas consecutivas, y no sólo por las previsiones económicas, sino sobre todo por la confusión de los consumidores a la hora de decidir qué coche comprar.
Las diferentes leyes de cambio climático, planes de calidad del aire y de movilidad en ciudades y regiones sólo consiguen potenciar esta indecisión, retrasando la decisión de compra a la espera de que se aclare la situación y, en muchos casos, optando por una menor inversión en forma de vehículo de segunda mano de más de 15 años. Esta falta de renovación esta potenciando el mercado de segunda mano más antiguo e incidiendo en la edad media del parque español, que sigue creciendo por encima de los 12 años.
Todo ello ha llevado a esta patronal a diseñar una Hoja de Ruta para la Transición Inteligente hacia la Movilidad del Futuro, que profundice en las diferentes realidades de la movilidad, con un equilibrio entre medio ambiente, sociedad, industria y economía y que refleje el compromiso de la industria de la Automoción con la movilidad inteligente y sostenible.
En este marco y con este contexto, el Plan de Movilidad de Anfac nace con un doble enfoque: por un lado, proponer el desarrollo de una estrategia hacia una movilidad que garantice el desarrollo sostenible, el crecimiento económico y la innovación junto con el derecho a desplazarse con libertad, con seguridad y con unos costes asequibles. Por otro lado, reúne 50 recomendaciones para el desarrollo de los posibles planes de movilidad en las ciudades, teniendo en cuenta la diversidad de realidades que confluyen en las diferentes regiones españolas.
Nueva fiscalidad
El resultado es un estudio que se apoya en la tecnología como parte de la solución y que se desgrana en medidas que van desde la necesaria renovación del parque o la fiscalidad con criterios medioambientales hasta el uso más eficiente de los medios de transporte, la mejora de las infraestructuras de carreteras y de la gestión del tráfico.
En este sentido, uno de los puntos más relevantes afectaría al coche eléctrico, para el que Anfac reclama para el nuevo Gobierno una reducción del IVA del actual 21% al 10%, una nueva política de fiscalidad necesaria para impulsar un tipo de automóvil todavía muy caro y poco accesible para la mayoría. También se contempla la eliminación del impuesto de matriculación y un renovado impuesto de circulación que atienda a las necesidades de los ayuntamientos respecto a las medidas medioambientales en favor de la calidad del aire.
Entre las 50 recomendaciones para esta futura Ley de Movilidad de Anfac se incluye también un plan plurianual de incentivos a la compra de vehículos de cero y bajas emisiones, así como ayudas a la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos. Cifra este plan en una inversión de 150 millones de euros al año durante tres años seguidos para la compra de vehículos eléctricos, híbridos y de gas, y otros 50 millones en ayudas la compra de vehículos de combustión de bajas emisiones.