El ritmo de endeudamiento de España, que se encuentra en el mayor nivles desde 1910, se sigue disparando. Un nuevo capítulo que acaba de aprobar el Gobierno pasará a engrosar la lista de la deuda pública de nuestro país. Se trata del nuevo plan de ayudas del Gobierno que prima con 1.000 euros la compra de un vehículo nuevo, el PIVE-3, que se financiará en esta edición con deuda pública ante la falta de una partida presupuestaria en los actuales Presupuestos Generales del Estado.
Esta falta de presupuesto obligó al Gobierno a proceder a la concesión de un crédito extraordinario en el ministerio de Industria de José Manuel Soria, como vía para seguir manteniendo este programa de incentivo que arrancó el pasado mes de octubre. Hasta ahora el programa se ha ido financiando con cargo al presupuesto del Estado. Primero, con 75 millones cuando el PIVE arrancó el pasado mes de octubre; y posteriormente, una partida de 150 millones cuando el PIVE se renovó en febrero (PIVE-2).
En esta ocasión, Industria tendrá que hacer frente a un crédito extraordinario por 70 milllones de euros, que se financiará con deuda pública. La urgencia de esta medida, que ha obligado responder con deuda pública, busca dar continuidad al plan PIVE, una de las peticiones que ha peleado el sector. Las principales patronales del motor han luchado con éxito para evitar que hubiera una demora entre un plan y su posterior renovación (como ocurrió entre el primero y el PIVE-2), ya que podría provocar un nuevo hundiemiento en las ventas de coches.
"La no demora en el abono de las ayudas para conseguir la continuidad en los beneficios del programa constituyen las razones de extraordinaria y urgente necesidad que justifican la concesión del crédito extradionario", dice el Real Decreto-ley 1072013 por el que se conceden créditos extraoridnarios en el presupuesto de Industria.
"El 16 de julio se efectuó la última reserva de presupuesto, lo que implica que ha finalizado la vigencia del Programa. La supresión del PIVE tendría un efecto negativo para el mercado del automóvil que se considera necesario evitar", añade.
Además de esta continuidad, el Gobierno también justifica el lanzamiento de este nuevo programa por "los resultados favorables que se están obteniendo en la balanza comercial, de generación de actuvidad económica en el sector del automóvil e industrias auxiliares y en otros ligados al mismo (comercialización, seguros o financiación de bienes de equipo) y, por ende, en términos de creación o mantenimiento de los niveles de empleo".
La contrapartida de este tipo de medidas es que España ya es el tercer país donde más se incrementa la deuda pública sobre el PIB, un 17,2% adicional, solo por detrás de Grecia e Irlanda.