El mercado español de flotas de las empresas sigue estancado y la previsión para este ejercicio no es optimista. Sea con ayudas o sin ayudas públicas (el Gobierno acaba de incorporarlo en el plan PIMA), en 2013 se espera un leve empeoramiento; el mercado empezará a respirar a partir de 2015 con una leve recuperación, que se traduce en un crecimiento del 6% en tres años, según datos que maneja el banco francés BNP Paribas.
Los datos de 2012 dejan una foto desoladora para el sector: un 24% de las empresas españolas (una de cada cuatro) se vió obligada a recortar la flota de coches debido a la crisis económica, y casi el 70% de las empresas españolas no compraron el año pasado coche, según el Barómetro de este sector que elabora Arval, empresa de renting del Grupo BNP Paribas. En este sentido, sólo el 5% restante incrementó este volumen.
Casi el 70% de las empresas españolas no aumentaron sus flotas de coches durante el año pasado
Los recortes presupuestarios de la empresa, principalmente, seguido de la restricción del crédito y, en menor medida, los ajustes salariales son las principales razones de estas decisiones. Además, la evolución de los precios de los carburantes también está retrasando las compras de coches por parte de las empresas.
En este contexto de incertidumbre y crisis económica, el sector, como viene haciendo tradicionalmente, sigue pidiendo más apoyo administrativo al impulso del coche de flota de empresa con incentivos ligados a la eficiencia, las ayudas a las compras de nuevos o usados o beneficios de tipo fiscal.
El renting no termina de calar entre las pymes: con la falta de crédito tienden a comprar coches de segunda mano
En cuanto a la modalidad de la flota, las pymes prefieren comprar coches (un 40%) en vez de acudir al renting (15%), y esto se explica porque ante la falta del crédito las pymes tienden a comprar coches usados de hasta cinco años. En cambio, las grandes empresas utilizan la fórmula inversa: tienden a utilizar el renting en un 60% (sólo el 17% compran coches).