Motor

Nos subimos a la Bultaco Brinco, el primer modelo que la marca española lanzará en julio

Casi 30 años después de su desaparición, Bultaco regresa al mercado con un producto muy diferente e innovador, una Brinco con doble personalidad; motocicleta con acelerador o bicicleta con pedales.

 

  • Por concepto, la Brinco se acerca más a una moto de campo que a una bici urbana.

 La vuelta de Bultaco ya es una realidad palpable. Hemos podido visitar las instalaciones de la marca ubicadas en el parque empresarial próximo al Circuito de Montmeló y, sobre todo, hemos podido subirnos a la esperada Brinco, primer modelo que saldrá a la venta (4.800€) y que supone el inicio de una nueva era para la marca española fundada en 1958 por Paco Bultó, y que renace ahora con la misma ilusión casi de entonces fruto de un sólido proyecto empresarial en el que participan miembros de la propia familia Bultó.

Lo primero que han tenido que hacer, recuperar la titularidad de la marca en muchos mercados internacionales, entre ellos uno de los que podría ser más importante para la marca como es el mercado norteamericano, adquiriéndola de manos del histórico distribuidor en aquel país, una adquisición que permite a la nueva empresa manejar la marca en todo el mundo, preparando así una expansión global para la comercialización tanto de las nuevas motocicletas como de todos los productos relacionados con Bultaco.

Si en su fundación a finales de los años ’50 del pasado siglo fue ante todo una marca innovadora movida por la pasión por la motocicleta de su fundador D. Paco Bultó, en este renacer en pleno siglo XXI vuelve con la misma fuerza innovadora de entonces con un primer modelo que recupera de paso uno de los más míticos nombres de la marca, Brinco. Y lo hace para dar vida a un nuevo concepto, a medio camino entre una bici y una moto, con la que disfrutar tanto en carretera como, sobre todo, en campo, como sucedía con la Brinco original.

Innovadora como en sus inicios, la nueva Bultaco del siglo XXI destaca por su propulsión eléctrica, un nuevo y rompedor concepto en el mercado pues el diseño se acerca más a una bicicleta de montaña pero las dimensiones del chasis o las propias suspensiones le sitúan próxima a una ligera moto de campo. De hecho, el motor eléctrico genera la energía sobre la rueda trasera a través de un puño de acelerador convencional sin necesidad de dar pedales, aunque combinándolo con ellos se logra una mayor eficiencia. Para ello, cuenta con tres programas de funcionamiento diferentes, -Eco, Tour y Sport-, que regula la intensidad de funcionamiento del motor eléctrico adaptándose así a diferentes usos.

Gracias a su impresionante par de 60 Nm, la Brinco –que pesa poco más de 40 kilos- es capaz de alcanzar una velocidad máxima de más de 60 km/h y ofrecer una autonomía real en su modo de funcionamiento más deportivo –con 2 KW de potencia- de unos 60 Kilómetros, suficiente sin duda para afrontar en campo las más largas excursiones o para moverser a diario en ciudad. Con el modo Eco, que reduce la potencia a 0,8 KW, se está diseñado para moverse con el mínimo consumo de energía para llegar más lejos, unos 20 kilómetros extras de autonomía combinando propulsión eléctrica y pedaleo independiente. La batería, de ion-litio, está situada en el bastidor principal y es extraíble, intercambiable y portátil, y puede ser recargada con el enchufe de casa en apenas 2 horas.

Delante monta una horquilla invertida de 180 milímetros de recorrido, con unos tarados muy de campo que permiten moverse en con la máxima eficacia. Detrás, un monoamortiguador con 217 milímetros de recorrido asegura una buena capacidad de filtrado cuando nos movemos en pistas de tierra o zonas de muchas piedras. Las dimensiones de las ruedas, de tacos, son más propias de una moto que de una bicicleta, garantizando estabilidad y motricidad para superar todo tipo de obstáculos en campo.

A sus mandos, la sensación inicial es rara si piensas en el concepto tradicional de moto, pues vas apoyado en sendos pedales de dimensiones generosas para asegurar un buen agarre. Para hacer campo, mejor bajar el asiento y moverse de pie con libertad, pudiendo movernos solamente con el acelerador, que empuja con mucha decisión desde el primer momento. Puedes afrontar subidas pedregosas y tramos embarrados y superarlos con más facilidad de la esperada. Y bajando, el trabajo de las suspensiones y frenos permiten hacerlo a ritmo vertiginoso. Para tranquilas excursiones, con el asiento subido puedes pedalear acompañando al motor eléctrico y mantener muy altos ritmos con mínimo esfuerzo. Sin duda, una experiencia diferente… pero con todo el sabor de una auténtica Bultaco.

Las unidades que ya están a la venta en forma de Edición Limitada a 175 unidades llegan sin homologación alguna, una homologación que llegará algo más adelante y que supondrá un precio algo superior (5.500€) y una reducci

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