¡Menos mal que casi todos los coches vienen ya con aire acondicionado o sistema de climatización incorporado! ¿Se imagina subir en verano a un coche que no lo tenga? Sería terrible. De todos modos, es mejor que no se entusiasme. Eso de sentarse y ponerlo a todo lo que da antes de arrancar no es ninguna buena idea. ¿Por qué?
Podríamos decir que si en verano utiliza una temperatura demasiado baja dentro del vehículo, corre el riesgo de contracturarse, resfriarse y causarle perjuicios a su sistema circulatorio. Pero lo decisivo es que gastará mucho más combustible.
Lo entenderá con este ejemplo: si la temperatura exterior es extremadamente elevada, en la fase inicial de enfriamiento del coche, podemos llegar a gastar entre 2,5 y 4 litros más en un trecho de 100 kilómetros. En caso de que el coche ya estuviera "pre-enfriado" el consumo podría ser de entre 1 y 2 litros en la ciudad y entre 0,2 y 0,7 litros fuera.
Ahorrar gasolina en verano
Si quiere ahorrar gasolina en el verano, lo mejor es que baje todas las ventanillas y abras las puertas del coche antes de arrancar. Antes de partir, encienda la ventilación. Una vez hecho esto, puede cerrar todo otra vez y encender el aire acondicionado.
Si va a hacer un recorrido de menos de cinco kilómetros, no valdrá la pena encender el equipo. Baja la ventanilla y listo.