El crecimiento de Tesla es imparable. Pocos podían imaginar en 2003 que la recién creada Tesla lograría en poco más de una década superar en valor bursátil a marcas centenarias como General Motors o Ford. Una marca que nacía de la mano del visionario Elon Musk en una ubicación no precisamente casual, Sillicon Valley, California, con la intención de situar a Tesla como el referente mundial en coches cien por cien eléctricos y en tecnología de conducción autómata. Y han bastado poco más de diez años para lograrlo.
Plenamente extendida en Estados Unidos y en pleno desarrollo en el mercado europeo, Tesla mira más al futuro todavía y ya tiene en mente su próximo objetivo, el mercado chino. Según han indicado a Efe Dow Jones fuentes conocedoras de la operación, el pacto sellado con el gobierno de Shanghái permitirá a Tesla levantar una planta en la zona de libre comercio de la ciudad.
Este acuerdo, el primero de este tipo que logra un fabricante de coches extranjero, podría permitir a Tesla reducir los costes de producción, aunque implicaría aplicar el impuesto de importación del 25 % de China.
El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos de altas prestaciones trabaja actualmente con el Gobierno chino en la concreción de los detalles del anuncio del acuerdo, así como en la fecha en que se hará, han detallado las fuentes.
Un portavoz de Tesla ha señalado que la compañía espera "definir claramente" sus planes de producción en China antes de finales de año, mientras que el Gobierno de Shanghái ha declinado comentar la noticia.
El mercado chino de automóviles eléctricos es actualmente el mayor del mundo y el Gobierno del país espera unas ventas de siete millones de coches eléctricos al año para 2025, frente a las 351.000 unidades comercializadas el año pasado.