Los ajustes que están realizando muchas grandes automovilísticas en relación al coche eléctrico y el frenazo que está viviendo en el último año está trasladándose a otros sectores industriales, en especial a los fabricantes de baterías, inmersos en millonarias inversiones para unos niveles de producción ahora en retroceso.
Así, el fabricante surcoreano de baterías para coches eléctricos, SK On, ha anunciado que valora la aplicación de un plan de ajuste y contención de costes que conllevará despidos voluntarios para mejorar la eficiencia y "seguir siendo competitivos" en plena crisis de ventas en el mercado automovilístico.
SK On, proveedor de celdas para los modelos eléctricos de fabricantes como Ford, Hyundai o Volkswagen, dice estar sufriendo la desaceleración de matriculaciones de coches de nueva tecnología.
"Son medidas proactivas para establecer una fuerza laboral ágil y eficiente, de modo que podamos navegar mejor las condiciones cambiantes del mercado de vehículos eléctricos", ha asegurado la compañía en el comunicado remitido, en el que pone de manifiesto "los esfuerzos" del grupo por mejorar sus cuentas y asegurar las bases para un crecimiento "sostenible" y convertirse en un fabricante de baterías "de primer nivel".
Como parte de estas medidas de eficiencia, SK On, ha advertido que ofrecerá incentivos a los que acepten el despido, incluyendo el 50% del salario anticipado para la jubilación.
A cierre del último trimestre, SK On contaba con una plantilla de 3.558 personas, pero la empresa nunca ha registrado beneficios desde su escisión del grupo SK Innovation en 2021. Entre abril y junio la pérdida operativa fue de algo más de 310 millones de euros.
Ford, Volkswagen y otros fabricantes de automóviles han retrasado en los últimos meses, o incluso cancelado, sus planes de desarrollo de vehículos eléctricos para evitar aumentar el gasto en un contexto en el que los consumidores no están comprando coches a la velocidad estimada en un primer momento.
Northvolt, más de mil despidos
De hecho, esta situación no ha generado solo dificultades a SK On, ya que recientemente el fabricante de baterías sueco Northvolt anunciaba 1.600 despidos en el país escandinavo, casi una quinta parte de su plantilla, por problemas de liquidez.
"La reestructuración de las operaciones es fundamental para garantizar una base de costes y operaciones sostenibles", aseguró la compañía, desde donde afirmaban que para lograrlo, se requiere una reducción de la plantilla de aproximadamente el 20% a nivel mundial y del 25% en Suecia.
El objetivo de la empresa es reducir costes tras triplicar sus pérdidas el año pasado por encima de los mil millones de euros. La firma ha explicado que la mayor parte del recorte de personal se llevará a cabo en su gigafactoría de Skellefteå con 1.000 despidos, a los que se sumarán 400 en Västerås y otros 200 en Estocolmo.
Y es que Northvolt, centrada en la puesta en marcha de una primera fase de producción en su planta de Skellefteå de 16 GWh, sufrió hace poco un revés al suspender BMW un pedido por valor de 2.000 millones de euros.
"Si bien el impulso general hacia la electrificación sigue siendo fuerte, debemos asegurarnos de tomar las medidas adecuadas en el momento adecuado en respuesta a los vientos en contra en el mercado automotriz y el clima industrial en general”, ha explicado Peter Carlsson, cofundador y director ejecutivo de Northvolt.
Según datos de ACEA, la patronal europea de automovilísticas, las matriculaciones de vehículos eléctricos se desplomaron en agosto un 44%, sobre todo por el batacazo alemán, donde el mercado eléctrico se contrajo un 68,8%. Cabe recordar que Alemania lleva casi un año sin ayudas directas a la compra tras una sentencia del Tribunal Constitucional de ese país.